El duelo de la noche lo protagonizaban Nikola Jokic y Victor Wembanyama. El francés visitaba a los actuales campeones y al que, para muchos, es el mejor jugador del mundo. Los Nuggets ganaron (132-120), como era de esperar, y el enfrentamiento cumplió con las expectativas en una exhibición de los dos astros.

El serbio, que quiere disipar las dudas que ha habido en Denver en los últimos días, firmó 39 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias en un 17/29 en tiros de campo, monopolizando el ataque, una vez más, con la ausencia de Jamal Murray. Está más acertado que nunca cerca del aro, estamos viendo su versión más completa.

Por el otro lado, Wembanyama dejó una estadística para el recuerdo con 22 puntos, 11 rebotes, ¡6 robos! y 4 tapones. Números fuera de toda lógica, reservados para alguien tan especial. Se quita así la espina de los últimos días, a pesar de la duodécima derrota consecutiva de los de Texas (3-14). Es el primer jugador en toda la historia que logra unos números así en menos de 35 minutos. Lo hizo en 25.

A pesar del arreón de los Spurs en el último cuarto (36-25), los Nuggets tenían controlada la situación desde el descanso. El acierto de Michael Porter Jr (25 puntos) y la aportación de Reggie Jackson (20), fueron suficientes para apoyar al balcánico en el plano anotador. Por parte de los tejanos, Devin Vassell (19 puntos) y Branham (15), sostuvieron el ritmo anotador de Wemby, en un intento por dejar a un lado la mala racha y cambiar la dinámica en el Álamo.

En la imagen curiosa de la noche, Jalen Pickett, jugador de los Denver Nuggets, alucinaba con el tamaño de la mano de Wembanyama.

Nikola Jokic va a por su tercer MVP. Es, sin duda, el mejor jugador del último lustro, y ya se ha afianzado entre los históricos de la NBA. A sus 28 años, no sabemos si el techo está por llegar aún. Wembanyama, en cambio, es el futuro de la liga, la cara visible durante la próxima década. O quizá ya lo es.