Es el chico de los 900 días sin jugar. El equipo del Estado de Florida defendió su casa ante uno de los ataques más poderosos de la NBA gracias al esfuerzo defensivo de los suyos
Kevin Durant y Devin Booker, grandes estrellas de los Phoenix Suns junto a Bradley Beal, hubiesen vivido un día de fiesta en Orlando. ‘Slim Reaper’ se convirtió en el décimo máximo anotador de la historia de la NBA al alcanzar los 28.000 puntos, el cuarto más rápido tras Chamberlain, Jordan y Abdul-Jabbar en llegar a esa cifra. Devin Booker anotó 44 puntos poco después de meter sus 62 a los Pacers en una formidable noche en la anotación (17/26 TC y 1/2 T3). Día de fiesta… salvo porque los que ganaron el partido fueron los otros, unos tremendos Orlando Magic (113-98):
El equipo del Estado de Florida es una de las revoluciones del curso en la NBA. Venían de tres temporadas nefastas (21-51, 22-60 y 34-48) y con juventud y defensa son candidato firme sorpresa en los Playoffs del Este (octavos, 24-22). Impidieron que Durant y Booker completasen su noche de magia aupados por 26 puntos de Banchero y 16+12 del alemán Moritz Wagner. Y en defensa por un Jonathan Isaac que ya es de pleno derecho uno de los mejores defensores del mundo. Sí, el mismo que hace dos años quizá no se veía más en una cancha. Estuvo 904 días fuera de las mismas.
Un equipo admirable
Nos ganan por el ritmo y el cuidado del balón… los problemas de todos los cuartos cuartos
Devin Booker
Los Magic son un equipo admirable. Cuando se trata de conjuntos jóvenes, en muchas ocasiones el producto es un brillo ofensivo desmedido, lleno de talentos anotadores. Los Magic son todo lo contrario: intensos, fuertes en campo propio y conocedores de sus límites con el balón. En el último cuarto ante Phoenix salió todo a la luz. «Nos batieron por el ritmi y nuestra inseguridad con el balón, son los problemas que tenemos todos los últimos cuartos», contó Devin Booker. Los Suns perdieron siete balones, tres de ellos por Bradley Beal. «Los Magic tienen ese extra físico… y siempre esperan que sus posibles faltas no sean pitadas», agregó ‘DBook’.
Orlando sigue ganando, no decae su récord ganador. Y muchas de sus ventajas son producidas por un Jonathan Isaac desencadenado atrás. Marcó a Kevin Durant. «Es nuestra identidad. Cuando nos concentramos en defensa no hay equipo que nos gane. Y esta noche lo hicimos», confesó. Habían dejado en 11 puntos a un súper-equipo. Dirigidos por un chico maldito en la NBA, Jonathan Isaac volvía a sonreír.
Si nos concentramos en defensa no hay equipo que nos gana
Jonathan Isaac
Isaac, una historia de superación
Tantas son sus creencias que, por ejemplo, fue de los pocos jugadores que durante la burbuja del Covid-19 en DisneyWorld se negó a arrodillarse por el Black Lives Matter que se popularizó tras la muerte de George Floyd relacionada con la brutalidad policial. Varios cursos después, es un líder en la cancha. «Está regresando. Desde que era joven siempre ha querido eso, ya sabes: jugar a pleno rendimiento»; confesó su técnico Jamahl Moshley,
El Pepazo/Marca