Su historia madridista
La historia madridista de Julián es bien conocida. Estuvo un mes en Madrid. Tenía 11 años. Corría 2011 y jugó varios torneos infantiles. En uno salió goleador. «Era tanta la diferencia que sacaba jugando aquí… que lo venían a ver de todos lados. Pasaba por encima de los rivales y se iba hasta al área solo», recordaban los que estuvieron cerca. «Hasta unos años después, el Real Madrid no podía ficharme definitivamente, y nos teníamos que trasladar hasta allí toda mi familia. Así que decidí volverme a Córdoba», recuerda el chaval. La confirmación, en Qatar, de un crack. ‘La Araña’.
El Mundial de Leo
Leo Messi alcanzó a Mbappé; alcanzó a Lothar Matthäus; y sobrepasó a Batistuta. Ya sólo le queda igualar a Maradona, y tendrá la oportunidad de hacerlo ante croatas o marroquíes. ‘El Diez’La comparación entre ‘Diez’ y 10 tendrña un matiz nuevo y definitivo.
Scaloni, ejemplo de entrenador… que acabó llorando
Lionel es un técnico muy joven, pero muy inteligente. Asumió la Selección en unas circunstancias muy curiosas, y no tantos creían en él. Tuvo a gran parte del periodismo local más influyente en contra. No lo querían. Y él, con perfil bajo, seguía trabajando en esta ‘Scaloneta’ que está a un paso de la tercera estrella. Un tipo de códigos, aunque joven. Que supo adaptarse, que empezó con Lautaro de titular, pero Julián respondió mejor. Que se adapta a línea de cinco o cuatro, según el partido. Lo que debe ser un entrenador, vamos. Sin ruido, con calma. Desde Mallorca (donde reside), al cielo. Al terminar, se emocionó como nunca, y lloró.
Livakovic, una noche distinta
Livakovic llegó a la semifinal con apenas tres goles encajados y ningún doblete en contra en los cinco partidos del Mundial. Y salió de la semi con la sensación de que todo empezó con su fallo en el penalti. ¿Fallo? Sí, por no controlar su impulso tras el remate de Julián. ¿Fue intencionado? No, pero nadie se puede quejar de su señlalización. El penalti de Leo fue imparable. Y en el segundo de Julián no supo/pudo adivinar el rebote. Pero lo del penalti afea su Mundial, notable, por otra parte.
Y debut de Dybala
Paulo Dybala es una estrella y Lionel Scaloni le debía algunos minutos. Por eso, como técnico inteligente y manejador de vestuarios que es, sacó al cordobés a la cancha en el 74′ para darle un poco de cariño. El partido ya estaba solucionado y convenía de cara al ambiente de grupo, de cara a sumar otro a la causa, pues nunca se sabe en la final… Scaloni es muy inteligente.
El Pepazo/Marca