‘Easy Money Sniper’ y Devin Booker (27) se compenetraron para tumbar al primer clasificado de la Conferencia Oeste pocas jornadas antes del inicio de la post-temporada
Cuando los Phoenix Suns cambiaron las reglas del final de la temporada de la NBA al adquirir a Kevin Durant sólo había un inconveniente o una duda sobre la mesa: el estado físico del ’35’, más allá de una adaptación lenta o de su regreso al Oeste. ‘KD’, siempre un maravilloso competidor y jugador capaz de cambiar dinámicas, es un ganador nato al que su estado de salud lastra los últimos cursos. Y amenazó con hacerlo en Arizona.
Con muy pocos minutos jugados en los Suns, Durant cayó lesionado el 9 de marzo mientras calentaba antes del partido ante los Oklahoma City Thunder. Una caída mientras practicaba sólo, de esas que pueden fastidiar todo sin comerlo ni beberlo. Se temió lo peor, pero un mes después ‘KD’ ha vuelto. Y si vuelve… gana.
Sus últimos 24 partidos jugados, tanto con los Nets como con los Suns, tienen un balance de 22 victorias y 2 derrotas. Durant asegura competir y desde que juega para el ‘Valley’ solo suma victorias, 5-0. Claro, existe la parte de la adaptación, pero en cuanto consigue rodaje es un ‘arma de destrucción masiva’. Con las cualidades de siempre, basadas en la utilización de espacios, su tiro en suspensión y la duda sobre cómo defender.
Una victoria para aprender y avisar. «Puedes analizar y querer revisar todo, pero, realmente, lo que conseguimos es no sentarnos, comprender situaciones del juego estando en cancha y saber solucionarlas juntos», relató ‘DBook’. La adaptación de un equipo renovado. «Hicimos grandes jugadas en el último cuarto. El triple de Okogie y esas defensas cuando lo necesitábamos», concretó Durant. Los Suns llegan lanzados y confiantes, y tienen al jugador que puede reventar todo. ¿Es la nueva hora de Kevin Durant?
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El Pepazo/Marca