La madre de Valentina, víctima del femicidio en Punta del Este, dijo: “Como no podía ser suya, la mató”. La pareja tenía una relación “enfermiza” y una vez terminaron los dos detenidos en la policía, reveló la mujer. “Yo nací para ser mamá y no tengo por qué estar viviendo esto”, dijo Liliana Sarmoria
Desde Montevideo, Uruguay
El 14 de febrero, en el Día de los Enamorados, a Liliana Sarmoria la llamaron de la policía para decirle que su hija, Valentina Cancela, estaba detenida junto a su novio. La pareja había salido con un grupo de amigos a celebrar ese día, pero el encuentro terminó con agresiones verbales y con un hecho de violencia. Ese día, Sarmoria se enteró que la relación que tenía su hija era peligrosa.
La violencia de ese 14 de febrero no fue un episodio aislado. El novio de Valentina ya le había pegado, empujado y hasta le rompió el celular. El martes 15, el vínculo enfermizo tuvo su punto más dramático: Valentina y Santino se encontraron en la playa, discutieron y él la terminó asfixiando hasta matarla. Luego, fue a buscar una pala y la enterró.
Después de haberla enterrado en la arena, el femicida se fue para su casa y se acostó a dormir una siesta, contó la mujer.
“Lo más macabro de todo esto es que fue premeditado. Es un femicida. Él la mató, la dejó ahí y después fue a su casa a buscar una pala para enterrarla. Es horrible. No hay punto de comparación: no fue un accidente, no estaba enferma. A mi Valentina me la mataron”, dijo la madre.
Si bien había denuncias por estas situaciones de violencia, Sarmoria contó que la respuesta de la Justicia fue que los padres se hagan “responsables” del comportamiento de sus hijos. Las denuncias de Valentina fueron tres en total y había una orden de restricción sobre su ex pareja.
Al día siguiente de haber cometido el femicidio, el ex novio de Valentina confesó que fue él el responsable de la desaparición y le indicó a la policía dónde estaba el cuerpo. El jueves fue imputado y la Fiscalía pide para él la pena máxima que establece la norma. Como es menor de edad, puede ser condenado a prisión por un máximo de 10 años.
En la audiencia de imputación, el joven no mostró arrepentimiento por lo que hizo, contó la madre de la víctima. “No me lo puedo cruzar. No estoy lista para cruzármelo”, sostuvo Sarmoria.
“Era una nena que tenía toda la vida por delante. Nosotros nos llevábamos espectacular con mis hijas. Yo nací para ser mamá y no tengo por qué estar viviendo esto”, dijo, conmocionada, ante los micrófonos. “No tengo palabras de consuelo. Lo único que tengo que hacer es reunir fuerzas con la gente que me quiere para que entre todos hagamos justicia”, agregó la madre de Valentina.
Su hija era por momentos “hermética”, una característica que Sarmoria atribuye a la edad que tenía. “Era una chica hermosa por dentro y por fuera. Era feliz. En muchos aspectos, como toda adolescente, no te filtraba información”, contó.
Santino fue su pareja durante nueve meses, hasta que terminaron el vínculo violento en febrero. Él la “encantó y enamoró” y sentía una “apropiación de ella”, dijo la madre de Valentina. Cuando iba a su casa, era un “muchacho muy reservado”, que nunca tenía una palabra “fuera de lugar”.
Isabel González, una amiga de Valentina, dijo a Subrayado (Canal 10) que Santino siempre tuvo “actitudes feas” hacia su pareja y lo describió como un joven al que le gustaba “incomodar”. “En su momento se amaron demasiado y Valentina siempre trató de buscar ese amor de vuelta: que él la quisiera como la quiso cuando empezaron”, contó la joven.
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El Pepazo/Infobae