Manuel Paredes
Con el inicio de la era chavista madurista en 1998, lejos de producirse un cambio en la concepción liberal y rentista de la economía que condujo a un mayor endeudamiento y el incremento de las importaciones en deterioro de la producción nacional, se mantuvo una política económica basada en la producción del crudo y la oscilación de su precio en los mercados internacionales.
Analicemos algunos aspectos de la economía liberal, el primero de ellos es la apertura de capitales foráneos sin restricciones, dándole igual trato al capital internacional que al nacional, estableciéndolo en la Constitución Nacional en el artículo 301 “El Estado se reserva el uso de la política comercial para defender las actividades económicas de las empresas nacionales públicas y privadas. No se podrá otorgar a personas, empresas u organismos extranjeros regímenes más beneficiosos que los establecidos para los nacionales. La inversión extranjera está sujeta a las mismas condiciones que la inversión nacional” (Subrayado nuestro). Ni la constitución de Pinochet en Chile se atrevió a darle rango constitucional.
El otro elemento liberal fue el tratado de doble tributación realizado en 1999 entre Estados Unidos y Venezuela que según Luis Brito Garcia, profesor de la UCV y afecto al oficialismo Los Tratados contra la Doble Tributación le cuestan al Tesoro nacional una pérdida de 17.875 millones de dólares por año hasta el año 2013, cuando declina la producción petrolera en Venezuela.
El tercer elemento liberal fue el ingreso de Venezuela en el MERCOSUR, teniendo una economía nada competitiva sirviendo solo para la importación de productos de Brasil, Argentina y en menor proporción de Uruguay, lo cual atentno contra el ganado venezolano en muchos casos, pero también para incrementar una deuda externa con productos y ganados que muchos de ellos no llegaron al país y otros no se adaptaron por lo que muchso murieron y los otros no fueron productivos, lo que contribuyó a la vez a una gran cadena de
corrupción.
Pero la guinda de esta política liberal fue la apertura con el nuevo imperialismo chino, lo cual hn acrecentado la dependencia de Venezuela con el país asiático y se han orientado hacia la exacción de recursos naturales sin ningún miramiento ambiental.
Por otro lado, los negocios con China fueron particularmente ominosos y lesivos para el erario público, y existe una estrecha relación entre la enorme pobreza en la que se encuentra el país en la actualidad y las formas corruptas en las que se desarrollaron esos acuerdos bilaterales.
Por otra parte, Venezuela juega un papel fundamental en ese acercamiento con América Latina, a través de la inversión en petróleo, en la inversión de capital en empresas mixtas y la importación de maquinarias, productos chinos y el desarrollo de viviendas y otros proyectos de diversa índole, que tuvo como contrapartida el reconocimiento de países que conforman PETROCARIBE a China como una sola nación, desconociendo a Taiwán.
Esa inversión china en Venezuela tuvo sus bemoles como lo fueron la firma de contratos leoninos en condiciones altamente desfavorables para el país como la fueron en la instalación de las Zonas Económicas Especiales, en la
construcción de viviendas y en los diversos proyectos desarrollados por el gigante asiático; otra situación presente fue la cancelación o abandono de las inversiones como el ferrocarril entre Zaraza y Tinaquillo; además de los sobreprecios en la construcción de viviendas y la corrupción y opacidad en el Arco Minero del Orinoco (AMO) y la Faja Petrolera del Orinoco (FPO), desconociendo los montos invertidos y los resultados de dichas inversiones, teniendo como ejemplo de entrega de la soberanía el Proyecto de Prospección Geológica de Venezuela, contentivo a un contrato de control sobre el sector minero, sus yacimientos existentes en el territorio nacional que viola el artículo 12 de la Constitución Nacional, aun cuando el TSJ emitió una resolución permitiendo que se entregue los recursos mineros a empresas y gobiernos extranjeros.
Es en el convenio del Fondo China Venezuela donde se acelera la deuda externa y la dependencia con el imperialismo chino. En 2007 es creado el Fondo Conjunto Chino – Venezolano a través de la firma del “Convenio Fondo de Financiamiento Conjunto Chino -Venezolano”, estableciéndose con ello el mecanismo financiero principal de las relaciones económicas y comerciales entre ambas naciones, con el objetivo de apoyar financieramente proyectos de desarrollo económico y social en Venezuela en áreas de infraestructura,
industria, agricultura, minería, energía, asistencia técnica y tecnológica, entre otras.
Todo esto realizado bajo los principios de igualdad, beneficio y consulta mutua, el mismo (artículo 301 CRBV) y publicada en Gaceta oficial N° 39.019 el “Acuerdo Inicial”, luego fue modificado mediante enmienda el 18/02/2009 llamado (Primer Protocolo de Enmienda) y posteriormente para 22/05/2012 se produce el (Segundo Protocolo de Enmienda) contentivo de los siguientes aspectos reafirmar la participación del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES), el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) así como los órganos comercializadores China National United Oil Corporation y Petróleos de Venezuela, S.A., conformado por un monto de 12 mil millones de dólares distribuido de la siguiente manera: “Tramo A” por 6 mil millones, de la cual China aporto 4 mil millones de dólares y los 4 mil dólares restante fueron aportados por FONDEN, pagaderos a tres (3) años Con base a este protocolo se establece que para cada fase de los tramos todos los prestamos dados por el prestamista al prestatario con respecto al “Tramo A”, deben haber sido pagado en su totalidad y para cada nueva fase del “Tramo B”, todos los préstamos otorgados por el prestamista al prestatario deben haber sido pagado en su totalidad, así también deben ser avalado mediante intercambio de notas diplomáticas de conformidad con la legislación de la República Bolivariana de Venezuela
Veamos las condiciones leoninas del Convenio entre China y Venezuela En el artículo 5 de la enmienda se compromete a vender petróleo crudo y combustible, de conformidad con los contratos petroleros al comprador
en cantidades no menores a 230 mil barriles diarios, para la fecha en las que las obligaciones asumidas con respecto a las facilidades de pago haya sido completadas e incondicionalmente cumplida por el prestatario, el
comprador depositara el dinero de la compra del petróleo crudo y combustible directamente en la cuenta de cobro abierta y mantenida por el prestatario y el prestamista; la porción correspondiente del dinero depositado en la cuenta de cobro se utilizara como “Fuente No Exclusiva” de financiamiento para el prestatario con el fin de facilitar el reembolso por parte del prestatario al prestamista del capital, los intereses y otros montos correspondiente que adeuda el prestatario al prestamista en lo relativo a cualquier préstamo otorgado en los Tramos correspondiente.
La lista es larga de los convenios alcanzados hasta 2014 y se estimaba para la época una deuda externa con China de mas de 60 mil millones de dólares, los cuales vienen siendo canceladas religiosamente con el petróleo venezolano y con efectivo que origina de la devaluación de la moneda y el negocio de la diferencia cambiaria.
Por lo que muchos afirman que la hiperinflación y la destrucción del salario fue inducido por los chinos para cobrarse la deuda externa y el régimen lo aprovechó para reducir el aparato del Estado al cancelar salarios de esclavitud, por lo que muchos empleados desertaron de la administración pública y otros emigraron forzadamente, reduciendo de este manera el tamaño del Estado. En general podemos afirmar que esta política es de corte neoliberal y nada de socialista tiene porque además de destruir las fuerzas productivas nos hace
más dependientes.
El Pepazo