Manuel Paredes
En Venezuela, la destrucción en que se encuentra sumida la nación toca todos los estamentos y sectores, donde ya nada asombra y cada día que pasa la situación tiende a empeorar, uno de estos sectores es la educación, en especial su acceso como derecho humano. Para marzo del presente año la UCAB presentó los siguientes datos en la Encuesta Nacional de Juventud, donde resaltan que al menos el 37% de los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad no están matriculados en ningún centro educativo.
Asimismo, indica el estudio que entre el 15 y 20% de los jóvenes venezolanos están estudiando actualmente, teniendo un descenso de cerca del 20% de estudiantes matriculados en centros educativos desde 2013, en comparación con otra encuesta de la misma institución donde se determinó que el 40% de los hombres y 43% de las mujeres de 18 a 24 años asistían a su formación educativa.
De igual manera, el estudio determinó que estos jóvenes que no están estudiando, tampoco se encuentran incluidos en el sector laboral en el país, de allí que muchos se plantearon como alternativa marcharse del país, arriesgando su vida y laborando en condiciones de empleo precario en la mayoría de los casos. Por otra parte, hay que considerar las condiciones de los instituciones de educación media y primaria en el país, los cuales en su gran mayoría se encuentran en pésimas condiciones, al respecto Raquel Figueroa, dirigente sindical de la Federación Colegio de Profesores de Venezuela y coordinadora nacional de la Unidad Democrática del Sector Educativo, considera que el sector educación atraviesa una crisis muy severa que es necesaria atender para garantizar su calidad, la cual no se resuelve fácilmente con un barniz. El otro aspecto que atenta contra el acceso de la educación como derecho humano,
son las condiciones de trabajo de los educadores, al respecto plantea Raquel Figueroa que en el año escolar 2018-2019 empezó a darse un fenómeno de migración forzada de los docentes, pero comenzando el año escolar 2019-2020 se dio otra migración de 30%, o sea, 20% en el 18- 19 y 30% en el 19-20 y estamos sumando 50% de especialistas en la pedagogía que dejaron sus cargos, precisamente por el déficit o por la pulverización o la desaparición del salario; pero también hay otro fenómeno que es que muchos docentes renunciaron y se quedaron en el país.
Para afrontar esta situación el Estado implementó el plan «Chamba juvenil»; es decir, con jóvenes que no son profesionales de la docencia, son unos muchachos o algunos adultos que rápidamente reciben, en menos de tres meses, unos cursos y se les asignan materias como matemáticas, así se está haciendo, lo cual incide en la calidad de enseñanza impartida. Lo cual trae consecuencias negativas en el proceso de enseñanza aprendizaje. De allí que los alumnos de bachillerato cada vez tienen menos competencias en
materias como matemáticas y lenguaje, en comparación con el periodo escolar 2020-2021. Así lo advirtieron los investigadores de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), tras publicarse el informe de resultados del Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (SECEL) correspondiente al año escolar 2021-2022, este martes 11 de octubre.
La situación se torna grave en la educación, toda vez que en comparación con los resultados de 2020-2021, la nota global promedio, en matemática, paso de 8,95/20 a 8,1/20. Mientras que en la habilidad verbal cayó de 12,71/20 a 9,34/20. Los resultados de este estudio mostraron que, en matemáticas, 7 de cada 10 alumnos reprobaron el examen, es decir, 67,70% de los evaluados. “La calificación promedio obtenida por los alumnos (de 6to. grado a 5to. año de bachillerato) en instituciones privadas fue de 9,80 puntos sobre 20, mientras en las públicas-subvencionadas fue de 7,87/20”, lo que indica que es la crisis educativa abarca tanto la educación publica como la privada.
En cuanto a las habilidades verbales (compresión lectora, redacción, gramática y ortografía), 6 de cada 10 estudiantes reprobaron la evaluación, es decir, 60,98% de los adolescentes. “La nota global promedio entre los estudiantes de colegios privados fue de 10,48/20, mientras en los de los públicos fue de 8,20/20 puntos. Aspecto que convierte a los estudiantes en analfabetas funcionales, con graves deficiencias en su capacidad de análisis de textos y de lecturas.
A esto se suma que en Venezuela, casi 11 millones de jóvenes tienen entre 6 y 18 años, por ley están obligados a ir al colegio. De ellos solo asiste el 69%, o sea, que nuestro sistema educativo está excluyendo a casi 3 millones que nunca han pisado un plantel. 7 millones sí acuden, pero el 81% de ellos está en los peores promedios, es decir, casi 5 millones de venezolanos no están alcanzando ni siquiera la nota 09 en matemáticas y habilidad verbal, que son las bases en un proceso de aprendizaje.
Por lo cual se requiere de un plan de acción que rescate a la educación como derecho consagrado en la Constitución del país en el Artículo 103, que establece que toda persona tiene derecho a una educación integral de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el maternal hasta el nivel medio diversificado. La impartida en las instituciones del Estado es gratuita hasta el pregrado universitario
Para tal fin es necesaria la integración de distintos sectores: educadores, padres y representantes, centros de estudiantes, organizaciones juveniles, organizaciones defensoras de los niños y adolescentes para exigir el régimen el cumplimiento de todas las condiciones laborales necesarias como el rescate del salario de acuerdo con el articulo 91 de la Constitución, de las condiciones físicas como el mantenimiento de las escuelas, liceos, universidades, de asistencia alimentaria para los alumnos en la educación primaria e inicial. De manera que se genere toda una movilización para atender esta emergencia que constituye la
negación de la educación como derecho humano.
Hay que exigir una educación gratuita, de calidad, esto no es una concesión graciosa, ni es una “regaladera”, ya sabemos que el el régimen chavista ha privatizado por la vía de hecho los servicios públicos, la salud y en parte la educación. Sin embargo, se escuchan planteamientos desde los sectores más conservadores que plantean que frente a esta crisis la salida es la privatización, la negación de este derecho dejándoselo al mercado y que accedan a la educación los que puedan pagar, dejando una cantidad restringida de becas y créditos educativos a los que no puedan, tal como ocurre en los otros países cuya educación es privada, y donde la pública, de igual manera hay que pagarla.
Son los criterios de privatización total como los expresados por Pedro Pablo Fernández y voceros de Vente Venezuela en los medios y redes, que pretenden montarse en la ola de los sectores de extrema derecha que han logrado acceder a los gobiernos conservadores como Giorgia Meloni en Italia, basados en la negación de las ayudas y subsidios que daba el gobierno también de derecha de 5 Estrellas, agregándole en su contenido la negación de los derechos de la mujer, de los migrantes y de la comunidad LBGT.
Por tanto, hoy más que nunca se debe exigir el respeto de los derechos humanos consagrados en la Declaración Universal de 1948, de los derechos sociales, económicos y políticos que establece la Constitución Nacional y levantar un programa de Reconstrucción Nacional que impulse el desarrollo nacional, dándole el papel de importancia que tiene la educación como formadora del futuro del país en la ciencia, la tecnología y en el proceso de industrialización nacional necesaria para avanzar.
De igual manera, que este programa de reconstrucción nacional permita el regreso al país de los jóvenes que están en condiciones de precariedad laboral, que logren desarrollar su potencialidad como profesionales y avancen en la construcción del país en condiciones favorables, al garantizarse los derechos sociales, económicos y políticos.
El Pepazo