Desvelada, por fin, la primera imagen del telescopio espacial James Webb. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo pública la primicia del observatorio espacial más complejo hasta la fecha
El presidente de Estados Unidos fue la primera persona en ver este lunes 11 de julio la que hasta ahora es la imagen más profunda y de mayor resolución del universo jamás capturada, tomada por el telescopio espacial James Webb. A Joe Biden le presentaron la imagen durante un acto oficial en la Casa Blanca.
«Este es un día histórico», dijo Biden rodeado de miembros de su gobierno en Washington. «Estas imágenes le muestran al mundo que América puede hacer grandes cosas, y le enseña a los americanos, en especial a los niños, que no hay nada fuera de nuestro alcance». Cuando la imagen apareció, Biden aplaudió.
Bill Nelson el director de la NASA, y astronauta en los años 80, la describió como «un pequeño fragmento del universo, con galaxias que brillan en torno a otras galaxias cuya luz ha sido doblada».
Esta misión de observación espacial se lanzó en diciembre y durará unos 20 años. En ese espacio de tiempo el James Webb se asomara de las atmósferas de los exoplanetas y observará algunas de las primeras galaxias creadas tras el inicio del universo, a través de luz infrarroja invisible para el ojo humano.
El telescopio ha costado unos 10.000 millones de dólares, 9.900 millones de euros, y ha tomado la imagen que la NASA describe como de la luz creada poco tiempo después del big bang. Otras imágenes que se darán a conocer este mismo martes incluyen un planeta gaseoso gigante fuera de este sistema solar, dos imágenes de una nebulosa y cinco galaxias agrupadas.
El que es el telescopio espacial más grande y potente del mundo despegó en diciembre de la Guayana Francesa, en Sudamérica, y en enero alcanzó su punto de observación a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra, protegido por un parasol del tamaño de una pista de tenis.
Podrá tomar imágenes de luz que ha estado viajando durante 13.500 millones de años. Según la NASA, dado que el James Webb recoge luz infrarroja, ve directamente a través de las gigantescas nubes de polvo que han bloqueado la vista de la mayoría de los otros telescopios anteriores.
El James Webb es, por sus avances técnicos, 100 veces más preciso y potente que el telescopio espacial Hubble, su antecesor. Tanto es así, que puede buscar vapor de agua en las atmósferas de los planetas que orbitan otras estrellas distintas al Sol.
A Biden le acompañó la vicepresidenta, Kamala Harris, quien dijo que con esta imagen se abre «un nuevo episodio en la exploración del espacio» y «uno de los mayores logros científicos de la humanidad». «Entramos una nueva fase de descubrimiento científico», añadió, «que nos permite mirar dentro del espacio con una claridad abrumadora, mayor que antes, para saber más sobre los orígenes de este sistema solar, el universo y, posiblemente la vida».
El objetivo de la NASA es que esta misión ayude a comprender cómo las galaxias evolucionan a lo largo de miles de millones de años en grandes espirales como la Vía Láctea y también que busque pruebas de habitabilidad en planetas distantes.
El espejo dorado de este telescopio, de 6,5 metros de diámetro, es el más grande y sensible jamás enviado al espacio. Se compone de 18 segmentos, uno de los cuales quedó dañado al ser golpeado por un micrometeorito en mayo. A pesar de los impactos, el telescopio ha seguido la misión sin apenas perder datos, según la NASA.
Thomas Zurbuchen, jefe de la misión científica de la NASA dijo antes en una reunión con la prensa que lo que Biden ha mostrado «no es una imagen». «Es una nueva visión del mundo», dijo durante un reciente encuentro con los medios de comunicación», añadió. «Es realmente difícil no mirar el universo bajo una nueva luz y no tener un momento profundamente personal».
La NASA colabora en esta misión en el Webb con las agencias espaciales europea y canadiense.
El Pepazo/ABC España