Manuel Paredes
Así te tituló el foro chat el pasado 20 de diciembre, organizado por Creemos Alianza Ciudadana Zulia coordinada por mi amiga Angelita Pirela a l cual fui invitado como expositor, contando con una alta participación. Tratarè de resumir algunos elementos que son necesarios para entender la situación de pobreza extrema que padece el país. En primer lugar lo constituye el concepto de pobreza que establece el Banco Mundial, que plantea que son pobres todos aquellos que devengan un salario de un dólar diario, es decir, 30 dólares mensuales.
Requisito que nosotros los superamos con creces, dado que los empleados públicos y los pensionados en Venezuela reciben el equivalente 8 dólares mensuales con las ultimas devaluaciones del Bolívar, pero que además de esa consideración están otros factores que concurren en la definición de la pobreza como lo son la no satisfacción de las necesidades básicas de la población como el acceso al agua potable, vivienda, salud, servicios públicos, educación, entre otros. Otro elemento que nosotros también lo vivimos a diario por la falta de agua por acueducto que llegue a las viviendas, los continuos cortes de electricidad, la imposibilidad de contar con acceso a la salud en los hospitales y centros de salud públicos, la deserción escolar que aumenta cada año.
Este elemento se corresponde con lo definido por el Programa de Las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como lo es el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que se centra en tres aspectos: Ingreso, Salud (expectivas de vida de la población), Nivel de Educación, a la que se ha sumado las libertades democráticas, donde tomando en
consideración el Informe de la ENCOVI 22 realizado por la UCAB evidencia la profunda desigualdad entre los dueños de los medios de producción y de los importadores frente a los trabajadores que cada día pueden comprar menos con el mísero sueldo que devengan, incluso de los que cobran en dólar toda vez que su mano
de obra es barata frente a los que ofrecen como paga en dólares.
Y en relación con el tercer aspecto de la pobreza se encuentran los representantes de la economía política que han establecido como fuente de la riqueza el trabajo, el capital y la tierra. Siendo el trabajo, en particular la fuerza de trabajo, la generadora del valor de la riqueza, de la cual es despojada el obrero por medio de la plusvalía que se apropia el capital y que los convierte en pobres, obligados a vender su fuerza de trabajo que es el precio que reciben por su venta, compitiendo además con el ejército de reserva industrial (desempleados) dispuestos a trabajar por cualquier salario inferior, tal como les sucede a nuestros coterráneos en la diáspora, sometidos muchos de ellos a una inmensa sobre explotación.
Siendo esto la base de la lucha entre la remuneración al trabajo y la remuneración al capital, como base de la lucha de los trabajadores en el mundo, en el caso de Venezuela hasta 1980 la remuneración al trabajo lo constituía el 65% y el 35%, situación a partir de la década de los años cuando se situó en 45% la remuneración al trabajo y 55% al capital, es decir, 20% de diferencia que a lo largo de los años se profundizo y hoy alcanza una casi totalidad de la remuneración al capital, lo que ha evidenciado el empobrecimiento continuo del trabajador.
Con respecto al incremento del dólar, es importante señalar que en Venezuela, a partir de 1983, fecha del llamado viernes negro, cuando se produce la devaluación del dólar de 4,30 a 6 Bs, se viene produciendo una continua dolarización a consecuencia de que el Bolivar ha perdido las condiciones que representa una moneda como el ser medio de cambio, servir de atesoramiento y unidad de cuenta.
Esto como producto de políticas neoliberales que han privilegiado las importaciones, el pago de la deuda externa y que han contando con las salidas de capital, incrementándose en los últimos años algo que los economistas denominan opacidad o falta de transparencia en el manejo de los ingresos que obtiene la nación por venta de petróleo, minerales, entre otros, lo que conlleva a una profunda corrupción y la existencia de una
boliburguesia que hace cada día mas millonaria.
Por supuesto, el factor que en los últimos años ha sido fundamental para incrementar la desigualdad ha sido la destrucción del aparato productivo, incluyendo la producción petrolera aunada a la libre importación de mercancías, que atentan contra la poca producción nacional que existe, en particular la agrícola como lo es la producción de papa en el país.
Con respecto a la continua subida del precio del dólar, no es producto de la pagina dólar today ni es una conspiración mayamera, es importante señalar que esta divisa constituye una mercancía y por tanto, al existir una alta demanda los venezolanos rechazan el bolívar y buscan un refugio en esta moneda, lo que la encarece por existir una dolarización de facto que no garantiza la existencia de suficiente divisa para
satisfacer esta demanda.
Además que al no existir un crecimiento económico que respalde la moneda nacional, no hay garantía de ingresos suficientes para cubrir los gastos que demanda la población cubrir el presupuesto nacional, lo que se traduce en mayor déficit fiscal y mayor endeudamiento, que además el régimen insiste en el pago de la deuda externa y en quemar las reservas internacionales. Además los ingresos que producen las ventas de minerales mediante el contrabando y la corrupción sin que entren en las cuentas
nacionales, todo lo cual eleva la inflación y empobrece cada vez mas a los venezolanos. Frente a esta drama planteamos como alternativa la necesidad de levantar las luchas por salarios y pensiones dignas considerando levantar un programa de reconstrucción nacional que atienda la producción nacional desarrollando un proceso de industrialización, la elevación de salarios, inversión considerando el ahorro nacional, diversificación del aparato productivo y la creación de una nueva democracia.
El Pepazo