Los más grandes de la historia del baloncesto, no se libra de los haters. Ni su formidable carrera, ni sus registros, ni siquiera haber liderado al Dream Team de Estados Unidos en su conquista del oro en los recientes Juegos Olímpicos de París, en los que fue nombrado MVP del torneo, apagan las voces críticas hacia él, como jugador y como persona. Trascendiendo a veces la línea del respeto.

Sorprende además que algunas de esas voces críticas contra él provengan de otros deportistas. Los triunfadores suelen generar envidias y ‘King’ James no es inmune a ello. Su éxito y su alineamiento político lo han convertido en blanco de críticas de innumerables personas. No importa lo que diga o haga, siempre habrá alguien dispuesto a manifestarse en su contra.

Odio por la comparación con Michael Jordan

Y el hecho de que desafíe a Michael Jordan como el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos solo aumenta el nivel de desafección que genera su persona. Es lo que ha sucedido recientemente cuando el luchador Randy Orton, una leyenda de la WWE apodado ‘La víbora’ (The viper) ha escupido todo su veneno contra él en una entrevista cuando fue preguntado sobre quién creía que era el GOAT (Great of All Times), el mejor de todos los tiempos.

Orton, de 1,96 m, 44 años y 115 kilos, fue cuestionado al respecto en una charla con el campeón de la WWE Cody Rhodes en Podcast ¿’What Do You Wanna Talk About?’, y el futuro miembro del Salón de la Fama de la lucha, 14 veces campeón mundial, 10 veces campeón de la WWE y poseedor además de cuatro campeonatos del mundo de Peso Pesado no se lo pensó dos veces a la hora de contestar de forma escueta pero contundente: «Que se joda LeBron», dijo el luchador.

LeBron es un cobarde sin carácter y una perra frente al mundo

Colby Covington (Luchador de la UFC)

Cuatro años después aún no ha expresado ningún arrepentimiento por esos comentarios. Y LeBron, tal vez para no dar pábulo a sus críticos, ni ha contestado ahora a Orton ni respondió entronces a Covington. Ya saben, no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.