Una exuberante madurez lo adorna. En la historia de la NBA, nadie se acercó a las cifras del alero de los Lakers a su edad ni en su vigesimoprimera temporada en la Liga
Cuando LeBron James debutó en la NBA el 29 de octubre de 2003, a Victor Wembanyama todavía le quedaban 67 días para nacer. Les separan 20 años, con lo que en este caso se puede decir sin exagerar la frase:»Podría ser su padre». El prodigio francés de los Spurs es el icono precoz de una nueva era, pero la del alero de los Lakers aún sigue vigente y no se vislumbra su fin. Hoy cumple 39 años y después de ganar mil batallas en la pista sigue empeñado en ganar otra lucha, mucho más complicada, contra el paso del tiempo.
LeBron vive su vigesimoprimera temporada en la NBA, las mismas que estuvieron Dirk Nowitzki, Kevin Garnett, Kevin Willis y Robert Parish. Sólo Vince Carter, con 22, jugó más años. Ninguno de ellos se acercó a los registros de King James con tanta experiencia en la Liga. Tampoco hubo ningún jugador con su rendimiento a los 39 años. Sólo Karl Malone y Michael Jordan, en los Wizards después de su segundo regreso, pasaron de los 20 puntos de media, LeBron está en 25,1. En términos de longevidad no admite comparación.
Estoy tratando de superar el límite y ver hasta dónde puedo llevar esto. No lo sé. Soy yo contra el Padre Tiempo
LeBron James, alero de los Lakers
En regularidad, tampoco. En todos sus cursos en la NBA ha pasado de los 25 puntos de promedio excepto en su año rookie, cuando se quedó sólo en 20,9. Cambian los equipos, cambian los jugadores, cambian los entrenadores, cambian las dinámicas, cambian las normas, cambia el formato de competición… Lo único que permanece inalterable es LeBron y su incidencia.
Es el único jugador en la historia de la NBA que ha superado los 50 puntos con menos de 21 años y con más de 37. Lo que antes eran récords de precocidad ahora lo son de veteranía. Recientemente, al borde de los 39, le metió a los Thunder 40 puntos sin fallo en el triple. Nadie lo había hecho a edad tan avanzada.
Motivadísimo ante la novedad, también fue el MVP de la primera edición del In-Season Tournament ganado por los Lakers. «Saber que puedo seguir saliendo a la cancha y hacer jugadas ganadoras, afectar al juego en múltiples maneras y cerrar un partido en el último cuarto cuando mi equipo lo necesitaba siempre me hace sentir bien», asegura.
Al inicio de la temporada, antes de un entrenamiento de los Lakers, a LeBron le recordaron que era el jugador más veterano en la NBA actual. Se echó las manos a la cara, dio un grito y salió corriendo. Durante aquella sesión, se le vio hacer un mate sobradísimo. «Siempre tiene energía. Es el jugador más viejo de la NBA, pero actúa todos los días como si tuviera 20 años», se sorprende su compañero Austin Reaves.
No diría que no jugará hasta pasados los 40. Por su amor al baloncesto, puede jugar mientras quiera
Rich Paul, agente de LeBron James
Apenas se adivinan síntomas de decadencia en el juego de LeBron. Hace mucho que convirtió su cuerpo en un templo. Invierte un millón de dólares al año en cuidar su herramienta de trabajo: fisios, preparadores físicos, nutricionistas, máquinas de recuperación… Los Lakers también le están regulando: con 34,0 minutos por partido, tiene el segundo promedio más bajo de su carrera en la NBA. Los angelinos saben que, pese a su edad y a la presencia en la plantilla de un jugador con potencial de MVP como Anthony Davis, las aspiraciones del equipo pasan por lo que pueda hacer James.
El alero de los Lakers se convirtió la temporada pasada en el máximo anotador en la historia de la NBA. Superó los 38.387 puntos de Kareem Abdul-Jabbar, una de esas marcas que se pensaban inalcanzables. Marcha ya por los 39.380 puntos y su registro sí que se antoja imposible de batir. Kevin Durant, el primer perseguidor en activo, suma 27.676. Primero habrá que ver cuánto tiempo más juega LeBron. «Estoy tratando de superar el límite y ver hasta dónde puedo llevar esto. No lo sé. Soy yo contra el Padre Tiempo», afirma.
Me hace sentir bien saber que puedo seguir saliendo a la cancha, hacer jugadas ganadoras, afectar al juego en múltiples maneras y cerrar un partido en el último cuarto
LeBron James, alero de los Lakers
Pero el dinero no es su motivación. Lo son los anillos y el deseo muchas veces expresado de jugar junto a su hijo Bronny, de 19 años, que ha vuelto a las pistas tras superar un problema cardíaco. Sería otro logro, otro renglón en los libros de historia, que ya tienen varias páginas dedicadas al eterno LeBron.
El Pepazo/Marca