El equipo angelino derrota con facilidad a Indiana (123-109) y se convierte en el primer campeón de la historia del In-Season Tournament
El inicio no defraudó. Dos equipos que querían correr, posesiones rápidas que terminaran en canastas. Los Lakers comenzaron activos en líneas de pase, con LeBron y Davis como protagonistas, como en el partido ante Phoenix Suns.
Davis, imparable en el 2 vs 2 con Russell o cerca del aro, era insostenible. Tan solo Isaiah Jackson parecía frenarle mínimamente. Los Pacers castigaban desde fuera, con transiciones frenéticas y el ritmo que ha enamorado a la NBA. Haliburton, que fue sentado pronto, y Hield, acercaban a los de Carlisle para el 34-29 al final del primer cuarto.
Ya en el segundo, con el ritmo aminorándose, LeBron tomó el testigo de la ceja y estuvo imparable. Motivado en cada jugada, rompía a la contra y en estático tras bote. Fueron suyos los momentos para que los angelinos tomasen aire (36-48), y animasen al público. Los Pacers, peleones, no iban a tirar la toalla. Por algo venían de eliminar a Milwaukee y Boston.
Haliburton salió a la mitad del segundo cuarto, tras un buen papel de McConnell en pista. Con él y Toppin de regreso, Indiana buscaba imponer su ritmo otra vez. Y lo consiguieron. Los de Indianapolis se acercaron (48-45), pero llegó el momento Austin Reaves. A pesar de estar jugando enfermo, como anunció Shams Charania minutos antes del partido, el escolta se fue hasta los 22 puntos antes del descanso, lo máximo de su carrera en una sola mitad, y los Lakers se marchaban al descanso 65-60 sin, y esto es noticia, haber anotado un solo triple y 52 puntos en la pintura (récord esta temporada).
Davis quería el trofeo
Los Lakers salieron enchufados de vestuarios. LeBron y Davis apretaron para poner la máxima (+11) y hacer saltar las alarmas en unos Pacers fallones, y además Turner se iba pronto al banco con cuatro faltas. Los continuos tiros libres e interrupciones bajaban el ritmo.
En el tira y afloja, los angelinos se sentían cómodos, parecían tener el partido controlado. El primer triple (1/10) de los de Ham llegó a falta de un minuto para terminar el tercer cuarto. El partido se marchaba 90-82 al último, con Indiana apretando a pesar del mal partido de sus estrellas.
Indiana mandaba un aviso con un parcial de 2-7 (92-89) liderado por un sensacional Mathurin, tirando de personalidad. Los Pacers, coqueteando con la remontada, no llegaron en ningún momento a ponerse por delante. El intercambio de canastas favorecía a unos Lakers que seguían sin sentir la presión.
El efecto Reddish (5 puntos en pocos segundos) y un estratosférico Davis rompían el partido con un parcial de 13-0 (115-99) que lo dejaba sentenciado minutos antes del final. La ventaja tenía su efecto en la pista, y los de oro y púrpura se gustaron antes de la bocina final.
Los Lakers son el primer equipo campeón el In-Season Tournament. Una franquicia histórica, liderada por un jugador histórico, pone su nombre en los libros de historia del baloncesto. Finalizan invictos (7-0) un torneo que se tomaron en serio desde el minuto uno, y el resultado no pudo ser mejor.
Broche de oro para una franquicia que coge ritmo, que sabe que esto es diciembre y lo importante llega en abril, pero que sonríe sabiendo que su equipo tiene mentalidad de ganador. Los Lakers conquistan Las Vegas y LeBron es aún más leyenda.
El Pepazo/Marca