Cada vez que juega, LeBron James da un paso más dentro de la historia de la NBA. Los 28 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias que facturó en el Madison Square Garden ante los New York Knicks sirvieron para un necesario triunfo de Los Ángeles Lakers (123-129), para aproximarse aún más al récord de anotación de Kareem Abdul-Jabbar, sólo les separan 89 puntos, y tumbar a otro par de registros.

En una carrera de su longevidad y nivel, si LeBron rinde ocurren cosas históricas. Por ejemplo, el triple-doble es el primero de la temporada y es el primer jugador que en su año 20 en la NBA realiza uno. Hasta la fecha hay 10 jugadores que han jugado 20 o más cursos, siendo los 22 de Vince Carter el máximo. LeBron lo romperá si todo sigue su curso normal en su ansia por jugar junto a su hijo Bronny.

Además, se colocó cuarto en la clasificación de máximos asistentes de la NBA. Supera a un MVP y rey del pase, Steve Nash, y aumenta su legado en otra categoría que venera. «Pienso primero en el chico que puede anotar más fácil que yo», llegó a decir. Y tumba la barrera de los 100 con Abdul-Jabbar, empezando a vislumbrar el récord en los próximos tres partidos ante Indiana, Nueva Orleans y Oklahoma.

«Ganaron los jugadores»

En la prórroga, Russell Westbrook brilló al anotar una canasta desde media distancia, encontrar a Anthony Davis en la pintura, y LeBron James con una entrada y Dennis Schröder desde fuera abrocharon un triunfo que deja a los angelinos con 24-28 y en la pelea por regresar al Play-In.