Wilder había dicho que si perdía se tendría que retirar. Él no ha querido hacer declaraciones al respecto aún. Desde luego, su presencia ya no impone como antes y hace tiempo que parece no tener el mismo hambre que antaño. El excampeón indiscutido del peso pesado, Lennox Lewis, le recuerda sus palabras y le aconseja: «Nos dijo antes de la pelea que se retiraría si no ganaba. Creo que es una decisión sabia. Está más que preparado para una vida en la que pueda cuidar a su hija [nació con espina bífida], así que antes de sufrir más daños, es mejor que lo deje con todas sus facultades intactas, porque hay MUCHA más vida que vivir después del boxeo».

La carrera del excampeón de Alabama es evidente que va en declive y ya no parece preparado para ir contras los más destacados de la división. Deontay, también un buen jugador de baloncesto, se dedicó al boxeo para mantener a su familia y la medalla olímpica fue sin duda un espaldarazo. Tenía dos trabajos cuando empezó en este deporte, como camarero y limpiador. Como profesional, en sus inicios Wilder viajó con estrellas como David Haye, a los que ayudaba en sus entrenamientos. El ‘Bombardero’ ganó el título mundial de peso pesado del WBC y realizó más de 10 defensas. Pese a sus escasa técnica, ha cimentado una carrera muy sólida basada en una derecha legendaria -¡vaya uno-dos rápido y poderoso!- y si se retira nadie podrá negarle que fue un campeón temible.