Una baja de Giannis Antetokounmpo nunca es cómoda. La última semana del griego solo decía cosas positivas (+30 puntos por partido y con un acierto del 65% TC) y daba otro aire a los Milwaukee Bucks. Pero sus molestias en el Aquiles no le permitieron pisar cancha en la visita de Los Ángeles Clippers a Milwaukee. No cambió a unos Bucks reformados tras el parón. Son otros, son contendientes y Damian Lillard les llevó a otra dimensión tras uno de sus mejores partidos (113-106).
Lillard anotó 41 puntos (12/22 TC y 4/9 T3), con 4 rebotes y 4 asistencias en 42 minutos. Propulsó a Milwaukee cuando peor estaban (90-96, 43′) con un triple, les puso por delante con un gran 2+1 y sus compañeros A.J. Green, tras un enorme lanzamiento lejano, y un completísimo Bobby Portis (28 puntos y 16 rebotes) dieron la marcha final para tumbar a uno de los cocos, los Clippers, e instaurar un estado de felicidad en los Bucks.
Con 41-21 se asientan en segunda plaza del Este tras los imposibles Celtics y desde el parón (al que llegaron perdiendo con los Memphis Grizzlies) no conocen la derrota: 6-0. Un Giannis genial, Lillard volcánico y la defensa cada vez más ajustada. El debe de la primera parte del curso y claro ámbito que tenía que reforzar Doc Rivers. Aparece a partir de ser el equipo que menos puntos permite (98,7, único en menos de 100), tener el mejor balance de puntos encajados por 100 posesiones (102,6) y no dejar encajar más allá de 107.
La defensa mejora porque simplificamos muchas cosas
Damian Lillard
A los Clippers, en los que estuvo bien Paul George con 29 puntos tras seis triples, les faltó el colmillo para agarrarse a la ventaja y no ceder tras la racha de Lillard y compañía. Un palo al mismo tiempo que conocieron que Russell Westbrook se opera de la mano y no volverá hasta justo antes de los Playoffs. Día duro tras venir de tumbar a los Wolves horas antes.
NBA
El Pepazo/Marca