La vida de Shakira dio un vuelco de 360 grados cuando su polémica ruptura con el exfutbolista Gerard Piqué se hizo oficial. De todas formas, ambos se mantuvieron en silencio tras lanzar la artista todos los dardos posibles en su sesión con Bizarrap. No obstante, después de unos meses, la cantante de Barranquilla ha dado de qué hablar con su nuevo ataque vía su nuevo single ‘El jefe’, en el que arrolla a su exsuegro y a todos aquellos jefes que explotan a sus empleados.

Al final del nuevo tema de la colombiana, se acuerda de Lili Melgar, la exniñera de sus hijos en Barcelona, de la cual confirma «no te pagaron la indemnización». Estos últimos días se ha dicho que la cuidadora fue la que le dijo a Shakira su infidelidad con Clara Chía, por lo que el ahora presidente de la Kings League decidió despedirle innmediatamente sin imdeminazarle la destitución laboral, tal y como asegura la artista colombiana en su canción.

No obstante, parece que la publicación del tema ha hecho que salgan a la luz leyendas urbanas sobre su manera de actuar con el personal que tenía contratado. Según el periodista Javier Ceriani, que se encuentra en ‘Los Ángeles’, en una entrevista con ‘Espejo Público’ ha confirmado las quejas de los empleados de la colombiana: «Ellos se quejan de que, para Shakira, no había fin para el trabajo. Eran 17 horas, cocinar para muchísima gente…»

Posibles ilegalidades en los trabajadores de Shakira

Sin embargo, en esa comida para tantas personas durante «un domingo» ocurrió un pequeño altercado ya que «habían cocinado para 17 personas y ella (Shakira) quería que se calentase un pollo a las 2 de la mañana y él le dijo: ‘No puedo más, no voy a hacerte el pollo’. Ella, automáticamente, los echó a las 6:30 horas y los dejó en la calle».

Los problemas en sus videoclips

Otro caso en el que la artista colombiana era muy estrambótica era a la hora de grabar videoclips, de acuerdo con «una excoordinadora de talentos que armaba los videoclips de Shakira», aseguró que «no se le podía mirar a los ojos en determinados momentos, que no quería otras chicas lindas o parecidas a ella en los vídeos…». Además, con los empleados del hogar tenía un problema legal, no contaban con «seguro médico, no tenían estatus legal». Tenían que ser, no digo esclavos, pero era o regresar a Colombia o trabajar a merced de ella», aseguraba Ceriani.