Agotado el papel para los conciertos que Shakira ofrecerá en Lima (16 y 17 de febrero), Barranquilla (20 y 21 de febrero), Medellín (23 de febrero), Bogotá (26 y 27 de febrero), Santiago de Chile (2 y 3 de marzo) y Buenos Aires (7 y 8 de marzo), aún quedan entradas para los de Río de Janeiro (11 de febrero) y Sao Paulo (13 de febrero), además de para algunos de los diez que tiene programados en México: Guadalaja (12 y 13 de marzo), Monterrey (16 y 17 de marzo) y Ciudad de México (19, 21, 23, 25, 27 y 28 de marzo). No obstante, todo apunta a que la barranquillera va a hacer ‘sold out’ en los 23 shows que va a dar antes de descansar durante aproximadamente un mes y medio.

Y es que después del concierto que ofrecerá el 28 de marzo en Ciudad de México, Shakira no volverá a subirse a un escenario hasta el 13 de mayo, cuando comience una gira de poco más de un mes y medio por Estados Unidos y Canadá, donde tiene programados 17 conciertos: Charlotte (13 de mayo), East Rutherford (15 de mayo), Montreal (20 de mayo), Detroit (22 de mayo), Toronto (26 de mayo), Boston (29 de mayo), Washington (31 de mayo), Orlando (4 de junio), Miami (6 de junio), Arlington (11 de junio), San Antonio (13 de junio), Houston (15 de junio), Inglewood (20 de junio), Phoenix (22 de junio), San Diego (26 de junio), Las Vegas (28 de junio) y San Francisco (30 de junio).

Shakira ha tirado la casa por la ventana en el montaje de su nuevo espectáculo para no defraudar a los cientos de miles de fans que la verán actuar en directo en alguno de sus conciertos de su ‘Las mujeres ya no lloran World Tour’. Para ello, según ha apuntado el periodista mexicano Luis Magaña en El Universal, la artista de 47 años ha contratado los servicios de los ingenieros de sonido de Taylor Swift, la coreógrafa que organizó los últimos espectáculos de Beyoncé y los creativos de los gráficos del Cirque du Soleil que diseñaron la performance inspirada en la música de Michael Jackson.

Luis Magaña también desvela las peticiones de Shakira para cada concierto de su gira, a la que llevará a su ‘coach’ vocal, su masajista, su médico y su nutricionista. Lo único que pide la colombiana es disponer en el recinto donde vaya a celebrar su espectáculo de tres salas: una para maquillaje y vestuario, otra para recibir invitados y una tercera, a pie del escenario, para poder cambiarse rápidamente de atuendo. Asimismo, la barranquillera requiere que haya agua destilada, dos armarios, dos sillas cómodas, tres mesas y que en las tres salas haya una temperatura constante de 22 grados centígrados.