Giannis Antetokounmpo experimentó en Indiana una de las sensaciones más desagradables de su carrera en la NBA: tuvo una noche en la que nadie pudo detenerle… pero perdió. Los Bucks cedieron ante los Pacers (126-124) incluso con una actuación inconmensurable del alero, que se fue a los 54 puntos y se quedó a sólo uno de su mejor registro personal, establecido el 3 de enero de este año frente a los Wizards.

El griego es el primer jugador en la historia de la NBA que pierde un partido en el que anotara al menos 50 puntos con un 75% en tiros de campo y llegara a 10 rebotes. Él sumó 12. «54. 45. 5. No importa. Muchas cosas buenas que podemos aprender de hoy para mejorar», escribió en sus redes sociales. Es la mayor anotación de la temporada para un jugador cuyo equipo acabó perdiendo el encuentro. Hasta ahora, el tope lo tenía Zach LaVine, que metió 51 puntos en una derrota de los Bulls.

Si el dúo formado por Antetokounmpo y Damian Lillard no está funcionando como se esperaba por falta de química en la pista, una actuación colosal del griego, a tres puntos del récord de la franquicia (Michael Redd, con 57 puntos) tampoco bastó en ausencia del bases, que no pudo jugar por dolor en la pantorrilla. Su mejor escudero fue Khris Middleton, que acabó con 19 puntos, pero falló un triple a seis segundos del final que habría puesto el empate a 124. Sí que anotó uno sobre la bocina para poner el marcador definitivo.

Dos pérdidas en los instantes finales

Los Bucks, además, se quedaron sin su entrenador, Adrian Griffin, mediado el tercer cuarto, cuando recibió una doble técnica tras un mate de Antetokounmpo. «Pensé que Giannis estaba siendo golpeado bastante y expresé mi opinión. La próxima vez seré un poco más delicado. Es un gran ser humano y no se queja, tiene mucho respeto por los árbitros. Es mi responsabilidad asegurarme de que esté protegido», dijo el técnico debutantes, que vivió la primera expulsión de su carrera. La noche anterior, el que se fue antes a los vestuarios fue el alero griego.