Más allá del baloncesto, una de las pasiones de Luka Doncic son los coches. Según ha declarado en un reportaje en la revista ‘Esquire’, tiene una colección que va ya por los 13. «Me gusta conducir. Es tiempo personal. Conduzco a todas partes. A veces hasta altas horas de la noche, por ahí. En verano, me gusta conducir junto al mar», asegura el base de los Mavericks, que este domingo arranca su serie de playoffs ante los Clippers.

El jugador esloveno tiene entre sus vehículos un Porsche 911 que conserva en su país natal, un Lamborghini Urus, un Ferrari 812 Superfast, un Chevrolet Camaro de 1968 y un colosal Apocalypse Hellfire 6×6, que es su favorito. Se trata de una mole de seis ruedas y 800 caballos que está alrededor de los 250.000 euros.

Doncic también dice que ha estado pensando en adquirir un Koenigsegg Regera, valorado en casi tres millones de dólares, aunque lo ha desestimado por cuestiones de tamaño, pues con sus 2,03 metros no cabía bien.

Con un salario de 40 millones de dólares para esta temporada, la estrella de los Mavericks se puede permitir esos lujosos coches que contrastan con el primero que tuvo. Cuando cumplió 18 años y nada más sacarse el carné de conducir, su madre le regaló uno parecido a un 600 de color rojo. Hasta sus compañeros en el vestuario del Real Madrid alucinaron. «Me gustaba tanto que se lo tuve que pedir prestado para salir a pasear con mis hijos por las calles de Madrid», contó en su día Chapu Nocioni.