Dra. Desiree Parra
@desireeparraf
En Venezuela referirse a la policía se asocia, muchas veces, a corrupción, clientelismo, gatillo alegre, extorsión, impunidad, malas prácticas, ejecuciones extrajudiciales y terror. La labor policial está desacreditada hasta por los propios gobiernos nacionales. Escasez y deficiente manejo de recursos, estructuras jerárquicas innecesariamente burocráticas y formación precaria de funcionarios policiales. Al igual que las innumerables denuncias de violaciones de los derechos humanos en el cumplimiento de su función configuran la realidad del sistema policial.
Incumbe claramente a la policía, en su calidad de órgano encargado de velar por el cumplimiento de la ley, obedecer las leyes, inclusive las promulgadas para promover y proteger los derechos humanos. Con ello, se respeta el principio subyacente en el que se basan esas leyes, el principio del respeto a la dignidad humana, y se reconoce el carácter inalienable de los derechos humanos de todas las personas. Los derechos humanos no dificultan la labor policial ni la hacen menos efectiva; muy por el contrario, permiten a la policía operar y ejercer sus competencias dentro del marco de la ley y en un ámbito en el que los funcionarios policiales y defensores de los derechos humanos se unen para conquistar objetivos comunes.
Es más eficaz que las organizaciones de derechos humanos trabajen a partir de una perspectiva que reconozca los motivos de preocupación y la realidad de la policía que desde un planteamiento aislado ejerce una crítica desde afuera. Tal enfoque requiere, necesariamente, de la participación activa de los cuerpos policiales, que deben ser receptivos a los motivos de preocupación relacionados con los derechos humanos y a las reformas en materia de esos derechos donde se necesiten.
No obstante, y a pesar de esta realidad, los funcionarios policiales cumplen un rol esencial en la protección de los derechos humanos de todas las personas. En los últimos años, las organizaciones de derechos humanos han reconocido la importancia de ese rol y han pasado de un enfoque basado en motivos de preocupación sobre casos de violaciones de derechos humanos relacionados con funcionarios policiales a una colaboración con ellos cada vez mayor.
Para lograrlo, es necesario conocer y entender la labor policial. Los policías no son enemigos de los derechos humanos; todo lo contrario, son sus principales defensores.
En efecto, la sociedad ha delegado en los funcionarios policiales, poderes únicos como el uso de la fuerza, o la capacidad para realizar detenciones. Y para cumplir satisfactoriamente con esta delegación de poderes, los funcionarios deben actuar con transparencia y enfocar la defensa de los derechos humanos como elemento inherente a su trabajo profesional. La policía ha efectuado contribuciones positivas al pleno disfrute de los derechos de las personas. La policía ha impedido la comisión de delitos, ha garantizado que las personas puedan manifestarse con seguridad en defensa de sus derechos, ha facilitado la consecución armoniosa de transiciones políticas, ha investigado a compañeros que han cometido delitos de toda índole, ha denunciado irregularidades en que han incurrido sus superiores y ha brindado su apoyo a reformas políticas y legales. La característica fundamental del trabajo policial en la comunidad, es que las comunidades participan en la identificación de los problemas de delincuencia y
desorden, así como en buscar la solución, a partir del supuesto de que la policía no puede hacerlo sola. Este tipo de trabajo exige que la policía entable contacto activamente con sus comunidades, se centre en la prevención del delito y no en la detección. Entender la función policial tiene como objetivo reunir paradigmas policiales y de derechos humanos. No debemos perder de vista que la defensa de los derechos humanos forma parte del núcleo central del trabajo de las funciones policiales y que éstas desempeñan un papel fundamental para garantizar su respeto.
Tanto la policía como los defensores de los derechos humanos se esfuerzan por conseguir que las sociedades disfruten de seguridad y tranquilidad, es por ello que no podemos dejar de insistir en que los derechos humanos no son un impedimento para una acción policial eficaz, sino que, por el contrario, son de vital importancia para su consecución.
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo