Los aficionados oro y púrpura explotaron en el clásico de la NBA ante los Boston Celtics tras dos semanas llenas de polémicas
Corría el año 2004 y la NBA vivía otros tiempos. A David Stern, comisionado de la NBA, le preguntaron sobre cuál sería la final de la NBA ideal. «Un Lakers contra Lakers», contestó. Stern, siempre en esa línea entre gestión y ‘encantador de serpientes’, explicó así que el gran mercado del baloncesto mundial estaba en Los Ángeles. Casi dos décadas después pocas cosas han cambiado, aunque en Hollywood se sienten ultrajados después de dos semanas marcadas por una guerra contra los árbitros. Por ende, contra toda la liga. Por mucho que sepan que nada está más lejos de la realidad.
La gota que colmó el vaso fue la falta no pitada sobre LeBron James en el clásico ante los Boston Celtics. Una acción que conllevó mucha parafernalia, pero que acabó siendo catalogada como un «desgarradora» por el colectivo arbitral. «Todos cometemos errores», señalaron en su comunicado. Pero en los Lakers creen que ahora mismo les toca más que a nadie. «Nos han hecho trampas. A ‘Bron’ le pegaron en el brazo y no pitan nada. Es inaceptable, siendo sinceros. Los árbitros estuvieron mal. Muy mal», contó Anthony Davis.
La final ideal es Lakers contra Lakers
David Stern
No solo fue ante los Celtics. Empezó ante los Dallas Mavericks, en aquel choque con LeBron y Luka Doncic intercambiándose triples imposibles. Los oro y púrpura se quejaron por los dos minutos finales, y la NBA reconoció hasta siete errores arbitrales, incluyendo un posible tiro ganador de James en el que Christian Wood le hizo falta. Siguió contra los Philadelphia 76ers, con Russell Westbrook recibiendo un duro golpe mientras se disponía a realizar otro tiro para ganar. Y se sumó ante los Sacramento Kings, con un 3+1 no pitado a Kendrick Nunn. Los tres eran claros. Con el de Boston, cuatro. Y en dos semanas.
No todo es lo que parece
Los tiempos recientes indican cabreo en el seno ‘laker’, pero en el total del año esa «crisis arbitral» toma otro color. La NBA siempre realiza sus informes de los minutos finales y hay 34 fallos en los 19 finales apretados de los Lakers. 21 son a su favor, mientras que en 13 ocasiones favorecen a los rivales, según destapó Ben Rohrbach, periodista de Yahoo. Es decir, no. La NBA no está contra el equipo angelino.
El cabreo es notable. Más cuando de su lado tienen a LeBron James, que por estilo e influencia debería ser un jugador que debería recibir más faltas. «No le están pitando faltas al mejor del mundo», contó Darvin Ham, su técnico. Era la voz en alto de una crisis dentro de la NBA. Los Lakers, contra el estamento arbitral. No parece tener un final feliz de momento.
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El Pepazo/Marca