Ganan en la prórroga tras un final de partido de locos
Los Angeles Lakers se metieron en los Playoffs tras derrotar a los Minnesota Timberwolves, 108-102, en un final de locura que se resolvió en una prórroga en la que los locales fueron mejores.
Al final del tiempo regular, llegaban con ventaja los Wolves, pero varios minutos de despropósitos desembocaron en un triple de Schroder (98-95) a pocos segundos para el final y una falta de tiro Davis a Conley a falta de 0.1. El de los Wolves anotó los tres tiros.
En el tiempo extra el equipo de LeBron James pareció más entero a pesar del final que habían tenido y se llevó el partido. Ahora el equipo californiano se enfrentará a los Memphis Grizzlies en los Playoffs mientras que los Wolves tienen otra opción ante el ganador de Pelicans – Thunder.
Los Lakers se asomaron al abismo en varias fases del partidos ya que fueron a remolque casi todo el tiempo y afrontaron los últimos minutos en desventaja. Fue cuando apareció la cadena de errores que casi resume a la perfección la irregular temporada de ambos equipos.
Con siete arriba a falta de seis minutos, 88-95 tras un triple de Conley, los Wolves llegaron a fallar ocho ataques consecutivos entre tiros y pérdidas y, a duras penas, los Lakers lograron equilibrar el choque. Esa oscura fase dejó paso a dos aciertos de mucho mérito. Uno fue el triple de Schroder después de que LeBron invirtiera el balón de lado. Y casi sobre la bocina llegaron los tiros libres de Conley, tres, para empatar en el tiempo regular.
En la prórroga, Dennis Schroder se erigió en el protagonista y con varias acciones puso el partido a salvo para unos Lakers que estuvieron mucho tiempo ante los Wolves coqueteando con un nuevo batacazo.
En los Wolves, de más a menos en un partido que tuvieron en la mano, Karl-Anthony Towns logró 24 puntos y 15 rebotes, aguantando el final del tiempo regular y la prórroga con cinco faltas, Conley hizo 23 y Anthony Edwards firmó un partido para olvidar: 9 puntos pero 0 de 9 en triples y un horrible 3 de 17 en tiros de campo. A Minnesota le queda aún una bala.
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