El eclipse solar anular maravilló al mundo, pero entre los maracuhos hubo disímiles opiniones. «Vé, hermano, si miráis el sol, quedáis ciego», «el sol está tan cachúo que no pudimos mirarlo», y «Ese eclipse sabe a cerveza, hacee calooorr…», fueron algunas expresiones regionales que despertaron la risa de muchos ante el fenómeno natural.
Hebert Colina M/Danilo Vergara M.
El fenómeno natura, que sucedió este sábado 14 de octubre, en el cual la Luna se alineó entre el Sol y la Tierra, formando un eclipse solar anular que se observó en la mayoría de los países del continente americano, fue, sin duda, un especial momento que maravilló una vez más a la humanidad.
El mundo presenció la manera cómo los astros, Luna y Sol, se entrelazaron y formaron un «anillo de fuego» que fue del deleite de todos, quienes buscaron de todo para poder apreciar en su máximo esplendor el eclipse solar anular.
Según la Academia Americana de Oftalmología (AAO), en general es peligroso ver la luz del sol de manera directa. Sin embargo, durante un eclipse se aumenta este riesgo ya que al notar una disminución en la cantidad de rayos solares, los parpados no responden a tiempo para evitar una lesión en la retina.
La única manera de ver de manera segura un eclipse es haciendo uso de filtros solares especiales para este propósito que deben cumplir las normas ISO 12312-2. La AAO advierte que los anteojos de sol comunes, aún los más oscuros, o los filtros artesanales hechos en el hogar no son seguros para mirar el Sol.
¿Pero, qué es un eclipse anular?
Un eclipse solar ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, bloqueando momentáneamente la luz solar. En el caso de un eclipse anular, el disco solar no queda completamente cubierto por nuestro satélite natural, puesto que este se encuentra más alejado de nuestro planeta y provoca en el cielo un efecto conocido como ‘anillo de fuego’, que se puede observar durante algunos minutos.
El actual eclipse anular comenzará su recorrido desde la costa de Oregón hasta el golfo de Texas, en EE.UU. Posteriormente continuará su trayecto por México y Centroamérica, donde pasará por Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. En Suramérica, el fenómeno atravesará Colombia y el norte de Brasil, antes de difuminarse en el océano Atlántico.
El ingenio maracucho
Pero ante la presencia y visita de este maravilloso huesped, el ingenio maracucho no podía faltar y al ser consultados no dudaron en manifestar sus ocurrencias sobre el eclipse solar anular, el que les quitó la tranquilidad desde primneras horas de la mañana.
Lisandro Lossada, gaitero de Los Haticos, expresó su admiración por este fenómeno y mostró su queja por no haberlo podido ver.
«Aquí no se vio nada, nada, encandilados quedamos todos por el inclemente sol y el calor y nunca se vio el eclipse».
Guillermo García, Servidor de María, expresó su asombro por la situación: «Vé, hermano, si miráis el sol, quedáis ciego. Lamentablemente, el eclipse, aquí en Maracaibo, no se vio».
Santos Castillo, taxista, dijo desconocer lo que pasaba. «Aquí nadie sabía que había un eclipse, la gente se preguntaba qué estaba pasando. Ahorita lo empezamos a ver, nos enterámos por las redes».
Yaén Domínguez, una zuliana que andaba despavorida por la inclemente temperatura, dijo que sí sabía que había un eclipse, «pero el sol está tan cachúo que no pudimos mirarlo».
Luis Acuña se manifestó acorde con la temperatura y señaló: «Ese eclipse sabe a cerveza, hacee calooorr…».
Alberto Hernández dijo no haber puesto atención al eclipse porque estaba cariñozamente ocupado: «No lo vi, mi hermano, porque estaba haciendo el amor y, de verdad, no me dio tiempo».
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El Pepazo/Con información de RT Español