Nadie lo ha hecho en esta campaña electoral con más ahínco que Miriam Adelson, empresaria israelí de 79 años. Es la dueña del holding que maneja los Dallas Mavericks desde que en diciembre del año pasado Mark Cuban le vendiera el 77% de sus acciones. Ha sido la mayor donante a la causa republicana antes de estas elecciones. Entregó 100 millones de dólares, superando los 75 millones aportados por Elon Musk. Calderilla para quien está en el Top 10 de mujeres más ricas del mundo con una fortuna estimada en más de 35.000 millones de dólares.
Los Adelson ya entregaron 25 millones para la primera campaña de Trump. En 2020, esa cifra aumentó a 90 millones. Ahora, ya viuda, con los 100 que ha donado, espera convertirse en una de las civiles más influyentes de la próxima legislatura. Si realmente llega a tener peso en las decisiones del presidente, por ejemplo, la guerra en Israel no se detendrá hasta la eliminación de Palestina. Nunca ha contemplado la solución de los dos estados que Naciones Unidas formuló en 1947, nunca se ha llevado a cabo y parece imposible de realizarse en la actualidad.
Miriam es la viuda de Sheldon Adelson, un magnate que hizo su fortuna gracias al juego. Sus empresas tienen casinos en Las Vegas, Macao y Singapur. También fueron los impulsores del proyecto de Eurovegas que se planteó a las afueras de Madrid y no se concretó.
El sueño de legalizar el juego en Texas
Con el triunfo republicano en las elecciones, también ha ganado Miriam Adelson. Y si los Mavericks conquistan el anillo, pueden ser el primer equipo campeón que vuelva a la Casa Blanca con Trump en la presidencia. La tradición se perdió durante su anterior mandato debido a las confrontaciones con algunas estrellas de la NBA y con la propia Liga. Pero si los de Dallas triunfaran, sería distinto. La jefa es amiga del presidente.
El Pepazo/Marca