Nueva pólvora para Doncic. En Dallas configuran su plantilla para la próxima temporada y están rodeando a la estrella eslovena con fichajes de nivel como Grant Williams, Seth Curry o Dante Exum.
La historia interminable, la fábula del eterno retorno. Cada temporada en Dallas, desde que llegó Luka Doncic en el verano de 2018, es un constante Día de la Marmota. Las esperanzas de crear un equipo competitivo se desvanecen en verano, la plantilla de ese momento rinde mejor de lo esperado (salvo la temporada pasada), pero no llegan al nivel de los mejores.
Parece que Mark Cuban y Nico Harrison se han sentado en la mesa a hablar y ver cuál es el camino a tomar. El desastroso resultado de la pasada campaña, donde no llegaron ni a clasificarse para el play-in y cerraron la fase regular en el 11º puesto del Oeste, ha impulsado a tomar unas medidas que han tardado demasiado tiempo. Pero, mejor tarde que nunca.
El principal problema del equipo ha estado en el juego interior. El enorme talento de Irving y Doncic no es suficiente para competir con los mejores. La falta de piezas y el bajo nivel de aquellos que deben ejecutar su rol a la perfección, como es el caso de Tim Hardaway, Reggie Bullock o Dwight Powell, entre otros, han tenido como consecuencia una falta de identidad tan grande como preocupante.
Los Mavericks han reaccionado pronto, y comenzaron a moverse incluso antes de la agencia libre. La elección en el Draft de Dereck Lively, pívot de Duke, un 2,16 con una versatilidad defensiva asombrosa, no pudo ser mejor. El mejor taponador de toda la gala, unos brazos infinitos y la inteligencia suficiente para ser el mejor compañero del base. Vive por encima del aro. Con Doncic, la sinergia puede ser espectacular desde el primer día. El segundo mejor pívot del Draft tras Wembanyama.
El otro jugador que seleccionaron en la pasada camada fue Olivier Maxence-Prosper, interesante exterior que salió de Marquette. Su juego se asimila al de Dorian Finney-Smith, jugador querido entre la afición de Dallas. Este tendrá un desarrollo mayor y se espera que comience en Texas Legends, equipo de la G League, al igual que hizo en su momento Jaden Hardy.
Prosper fue uno de los más destacados en el Draft Combine que organiza la NBA en días previos a la gala. Su versatilidad defensiva, buen lanzamiento exterior y gran físico le hacen ser un jugador que puede adaptarse a cualquier sistema.
Pero, si algo nos ha enseñado la NBA, es que las estrellas quieren competir. Y quieren hacerlo ya. Los jóvenes no encajan, en parte, en lo que buscan en Texas. Teniendo a un talento generacional como Doncic y un Irving que parece haber caído de pie en la franquicia, los veteranos deberían ser los primeros en la lista de las oficinas. Y eso hicieron.
En apenas unos días anunciaron a Seth Curry, hermano pequeño de Steph, uno de los mejores tiradores de toda la liga, experto en el catch & shoot. Sus promedios de 11 puntos con un sorprendente 43.5% desde el triple con más de 4.5 intentos por noche en sus nueve temporadas en la NBA. Uno de los jugadores que más se puede beneficiar del estilo de juego de Luka Doncic.
A esta llegada se le suma el fichaje de un Dante Exum más maduro que nunca, que ha alcanzado su mejor juego en el Partizán, uno de los grandes equipos de Europa la pasada temporada. El australiano busca el éxito que nunca tuvo en la NBA, intentar cumplir con las expectativas con las que llegó a la mejor liga del mundo.
Pero la jugada maestra llegó en las últimas horas.un baluarte defensivo, contrastado en la liga, que hn sido parte de un proyecto hecho para ganar. Los Mavericks consiguieron firmar, en un traspaso a tres bandas, a un Grant Williams que tenía las horas contadas en Boston. El ala-pívot de los Celtics llega a Texas para dar un salto de calidad al proyecto y mostrar todas las armas que tiene para influir en el juego. Este movimiento obliga a salir a un Reggie Bullock que había ido de más a menos en su etapa en los Mavs.
Para entender la importancia de estas adiciones, hay que mencionar que Dallas tuvo el 6º peor defensive rating de toda la competición (116.1 puntos recibidos por cada 100 posesiones), además de ser el tercer peor equipo en tapones colocados por encuentro (tan solo 3.7 por partido), el cuarto peor en rebote defensivo (31.2) y el segundo peor, en el puesto 29, en balones robados por encuentro, con 6.3.
Las piezas son diferentes para el mismo puzle. En Dallas llevan años intentando dar con la tecla de lo que puede venir bien a Doncic, de lo que puede explotar las infinitas virtudes del esloveno. La presencia interior de Lively y Williams, la polivalencia de Exum y el triple de Curry mejoran de manera exponencial una plantilla que cada mes de octubre sueña con el campeonato, repetir la gesta conseguida en 2011 con Dirk Nowitzki a la cabeza.
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El Pepazo/Marca