Son los campeones del comodín, pero no pasan de allí. La ofensiva fue muy ineficiente e irregular en toda la ronda semifinal
Por tercer año consecutivo, Tigres de Aragua necesitó de un drama para lograr la quinta plaza en las semifinales, es decir, el comodín.
Y por tercera campaña en fila, los felinos rayados terminaron de últimos en la ronda semifinal, respondiendo a su poco favoritismo para acceder a la final, logro hecho por última vez en la campaña 2015-16 cuando se titularon.
La mayor parte de toda la temporada fue agitada y no para bien. Incluyó el despido del mánager Buddy Bailey y su sustitución por Russell Vásquez. No es que el equipo mejoró mucho pero la peor situación de Leones del Caracas y Tiburones de La Guaira le permitió arribar a la semifinal.
El principal factor de la eliminación de este año fue la escasa ofensiva en algunos casos o la falta de remolque.
Eso repercutió en que fue blanqueado dos veces seguidas, en medio de una seguidilla de seis reveses consecutivos, del cual ningún equipo se repone en este formato tan corto.
Muchos dejados en bases, un pitcheo incierto y una defensa que deslució, incidieron.
Así están las cosas para Aragua, que tiene de su último título un recuerdo más lejano.
El Pepazo/Líder