Durante los recientes 7 juegos el de Naguanagua es una pesadilla para los lanzadores contrarios
Harold Capote Fernández
Tanto en su etapa en Ligas Menores como en las Grandes Ligas, conseguir altos promedios de bateo no es precisamente la principal virtud de Luis Rengifo, sin embargo, para nada eso significa que el nativo de Naguanagua sea incapaz de infligir daño con el madero, o incursionar en una buena racha ofensiva, de esas que incluso impresionan al más pintado de los toleteros.
En 8 temporadas en las denominadas granjas dejó un aceptable .278, mientras que en 5 campañas en el máximo nivel acumula .242 previo a la jornada de este sábado, pero en los recientes 7 juegos el infielder de los Angelinos de Los Ángeles ha sido el querubín más endemoniado en el ataque organizado por el mánager Phill Nevin; en ese trayecto sus números simple y llanamente aplastan las cifras medias de la temporada 2023.
Semejante producción elevó su promedio de .241 a .257, mientras su OBP pasó de .329 a .338, el slugging de .398 a .429, el OPS de .727 a .767, una mejora sustancial en la que convirtió la “Ciudad del Amor Fraternal” en un escenario de despiadada agresión contra los lanzadores de Phillies de Filadelfia.
Imagen: Baseball Reference
Durante ese careo de 3 compromisos despachó 7 inatrapables en 13 turnos para average de .539, redondeados con par de jonrones ante Michael Lorenzen, 2 anotadas, 4 remolcadas, porcentaje de embasado en .500, slugging de 1.000 y OPS de otro planeta, 1.500. Finalmente, antes de este 2 de septiembre el promedio colectivo era de .249, el OBP estaba en .320, el slugging en .414 y el OPS se ubicaba en .734.
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El Pepazo/Meridiano