Le niega de revés la triple corona del Open de Australia a Sabalenka. La estadounidense, a sus 29 años, gana su primer título de ‘Grand Slam’ a costa de la número 1 WTA
Las dos finalista del Open de Australia 2025 acabaron llorando. Madison Keys, de alegría, por su primer título de ‘Grand Slam’, con un marcador de 6-3, 2-6 y 7-5. Aryna Sabalenka, después de destrozar la raqueta, se tapó el rostro con la toalla y lloró de tristeza por perder un partido en el torneo australiano 20 victorias después.
A sus 29 años y 342 días, sólo Na Li era más longeva que Madison en el momento de levantar su primer trofeo en el Melbourne Park, en la edición de 2014. Es también la más veterana en derrotar a la número 1 y 2 del ranking en el camino al título de un ‘major’. Sabakenka se quedó con las ganas de una triple corona que no se veía de manera consecutiva desde Martina Hingis (1997 a 1999).
Keys dio primero y se adelantó por 2-0. Incluso tuvo un 15-30 en el tercer juego para sumar su segundo ‘break’. La estadounidense pegaba más y mejor a pesar de lucir un aparatoso vendaje en el muslo de su pierna izquierda. Madison ya no es la escopeta de feria que un día las tira dentro y otro fuera. Ese punto de regularidad sorprendió a Swiatek en las semifinales e iba camino de hacer lo mismo con una imprecisa Sabalenka.
La segunda rotura de la americana llegó en el quinto juego: 4-1. Sólo se habían disputado 18 minutos. A Keys le entraban hasta los tiros mordidos que besaban la red. La número 1 mundial se asemejaba más a la de las primeras rondas del torneo que a la de las semifinales con Paula Badosa.
A mi equipo le digo que no quiero verles durante una semana, he perdido por vuestra culpa
Aryna Sabalenka
Algunos aficionados estaban aún buscando su asiento en la Rod Laver Arena y el resultado era de 5-1. Madison tuvo un 30-40 para el 6-1. La final iba camino de ser la más rápida en tiempo de la historia. No había competencia ni intercambios.
La tenista de Minsk alargó el desenlace de la manga inicial con su primer ‘break’. Con 5-3 abajo volvió a entregar por tercera vez su servicio con un misil de revés de su adversaria.
Aryna se marchó a los vestuarios para intentar romper el ritmo de la final, que no estaba precisamente de su lado. Le costaba generar ganados y puntos. Sus sonoros gritos no eran sinónimo de ir por delante en el tanteo.
Su marido, en el banco
En el banquillo de Keys estaba su compatriota Bjorn Fratangelo, exjugador con el que se casó hace un año y que la ha tutelado los últimos 18 meses. Fratangelo tuvo su premió en la ceremonia de premiación. Era imposible que Sabalenka no jugara mejor y lo hizo, a partir del tercer juego de la continuación.
Ganar en Melbourne mi primer título significa el mundo para mí
Madison Keys
La bielorrusa se situó por delante, con un 2-1, situación que no había experimentado antes. Le dio tanta tranquilidad que sumó cinco juegos del tirón. El desenlace de la final se marchaba al tercer set.
La americana no le perdió en ningún momento la cara al partido. Había perdido cuatro de los cinco precedentes, pero le daba igual. Las dos protagonistas mantuvieron su servicio hasta el 4-4. Cualquier error se podía pagar caro.
Madison, después de perder la final del US Open en 2017 con su compatriota Sloane Stephens, ha tenido su recompensa en la participación número 46 en los ‘majors’ y después de ganar en tres sets los últimos cuatro partidos. Sólo Flavia Pennetta (49), Goran Ivanisevic (48) y Marion Bartoli (47) llamaron más veces a las puertas antes de tocar la gloria.
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El Pepazo/Marca