Jose Andrade
Una mujer y su hijo fueron sentenciados por su participación en el delito de tráfico sexual, el cual cometían contra jóvenes migrantes en una cantina de Houston, en Texas.
Entre 2015 y 2020, un grupo de jóvenes hispanas fueron contratadas como meseras en la cantina Puerto Alegre. Posteriormente, las migrantes denunciaron que la dueña del local y su hijo las obligaban a tener sexo con clientes.
Si ellas se negaban a realizar tales actividades, las amenazaban con violencia e incluso con llamar a Migración.
Tras una investigación por tráfico sexual, los dueños de la cantina, María Botello Morales, de 57 años, y su hijo, Edgar Adrián Botello, de 31, fueron sentenciados a prisión luego de años de denuncias y un proceso de corte, informó el Departamento de Justicia (DOJ) este 8 de octubre.
De acuerdo con la publicación de Univisión, María fue sentenciada a 280 meses de prisión y después será deportada, por ser indocumentada. Mientras que Edgar Adrián enfrenta 180 meses en prisión.
“Estos individuos les robaron el sueño americano a las víctimas. Esta forma de tráfico se aprovecha del miedo en el que viven”, dijo el fiscal Alamdar S. Hamdani.
Según los reportes, la mujer operaba la cantina Puerto Alegre junto con su hijo y otras personas de 2015 a 2020.
Aunque en una ocasión una víctima no fue a trabajar, ella dijo que María mandó a alguien a agredirla.
La policía y varias agencias hicieron un operativo contra la cantina. Además, en la casa de María y Edgar Adrián encontraron armas y pornografía infantil en la computadora del hombre.
En noviembre de 2020, una migrante habló con Univisión y denunció que la llevaron a Estados Unidos con promesas de trabajo, pero después la prostituyeron.
El Pepazo/2001