Un colirio defectuoso llamado ‘Ala Octa’, fabricado a base de perfluoroctano y que se usa en las operaciones quirúrgicas, ha causado ceguera a más de 100 pacientes.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional española acusó a dos compañías farmacéuticas alemanas, quienes retiraron en el 2015 todos los lotes del mercado español, cesó la fabricación y se declaró en quiebra.
Una de las personas que se han visto afectadas por este fármaco es Adolfo Aguilera, de 77 años, y es una de las primeras víctimas en España, luego de realizarse una operación de desprendimiento de retina en la usaron el fármaco antes mencionado.
«No conozco a mis nietas», ha lamentado, también afirmó que su calidad de vida ha caído en picado, «Estoy nervioso, me dan vértigos», agregó.
A pesar de tener una sentencia favorable, Adolfo todavía no ha cobrado la indemnización de trescientos mil euros que le corresponde. Sus abogados están luchando para que se abone esa cantidad.
La investigación sobre el producto apreció la existencia de deficiencias en la fabricación y carencias en los controles de seguridad de la materia prima y de los lotes fabricados.
Según fuentes de la Fiscalía, la sustancia ocasionó a los pacientes amaurosis (situación de no percepción de luz en el ojo operado), atrofia del nervio óptico (atrofia óptica), necrosis retiniana y fenómenos de oclusión vascular retiniana con posible envainamiento de la pared de los vasos sanguíneos de la retina.
El Pepazo/2001/Con información de Antena 3