Pelead, guerreros, pelead,
Valientes: mostraros Fuertes
Como los Arboles,
Como las rocas,
o Como las nieves de las Montañas
Poema de los Timoto Cuica
Kintun Wingkulche
Mapuche, comunista
La resistencia indígena en Latinoamérica se hace sentir con fuerza. Con la misma fuerza la represión de los diversos gobiernos de turnos, cae sobre los pueblos originarios.
Hemos visto olea das de alzamientos de pueblos indígenas en diversos países. Ocurrió en Ecuador, en 1997 las protestas indígenas unidas a los reclamos del pueblo llegaron a un punto máximo, y el Congreso Nacional destituyó al Presidente Bucaram. Luego, en enero del 2000, oficiales de rango medio y comunidades indígenas terminan con el mandato de Jamil Mahuad.
Asumió el vicepresidente Gustavo Noboa. Dos años más tardes toma el poder el coronel Lucio Gutiérrez, quien fue derrocado en el 2005. Detonantes fueron las drásticas medidas económicas implementadas por todos los mandatarios, entre las cuales se encontraba la dolarización de la economía, desapareciendo el sucre como moneda nacional. El gobierno de Moreno no corrió con mejor suerte, ante la ambivalencia de gremios de transportistas las comunidades indígenas toman el mando de las protestas. Caminando desde sus comunidades
y trancando las vías. Moreno se vio obligado a dejar la capital y refugiarse en una zona costera.
La CONAIE organización indígena lideraba las protestas. Si bien estos gobiernos han tenido diversas causas que los llevaron a su fracaso, se puede ver un hilo que los enlaza, siendo éstas las medidas antipopulares inscritas en el modelo neoliberal.
En Chile el pueblo mapuche no ha cesado de luchar por recuperar los territorios usurpados, oponiéndose ante el embate de las mineras, forestales y grandes terratenientes de monocultivos. La lucha por la tierra y por el agua cobra cada día más importancia. En esta resistencia se les unen otros pueblos indígenas del norte de Chile, así como también, trabajadores que se oponen a la entrega del litio y el cobre a los imperialistas. Existen sectores
empeñados en crear poder popular desde la periferia, en un afán de resistir a los planes neoliberales y entreguistas del actual gobierno. El presidente Gabriel Boric conocido como progresista responde con más represión. Hoy varios mapuches se encuentran en huelgas de hambre. Algunos de ellos heridos con perdigones mientras estaban encarcelados y realizando una protesta. Fueron trasladados a prisiones lejanas de sus comunidades, violentando así aún más sus derechos.
En Argentina desde hace unos días nos llegan las noticias del alzamiento de la provincia de Jujuy. El gobernador de la provincia realizó una reforma constitucional mediante la cual quitaba derechos legítimos de los pueblos originarios y del pueblo trabajador, como es el derecho a la protesta, trabas para acceder al dominio de las tierras, el de la consulta a los pueblos originarios, cuestión que fueron establecidas en diversos convenios internacionales acerca de los pueblos indígenas. Nos dicen que una comunera fue asesinada en Purmamarca,
varios líderes indígenas encarcelados, y todavía no se sabe el paradero de varios dirigentes. Los llevó la fuerza policial. Sus familias y comunidades los buscan. Esta protesta de Jujuy donde los pueblos Kolla y Aymara han ido de la mano con los maestros que llevan una huelga de varias semanas por reivindicaciones salariales, es duramente reprimida por el gobierno de Moreno, el gobernador provincial.
En Venezuela la situación no es diferente. El pueblo yukpa que sistemáticamente ha solicitado la restitución de sus tierras, han visto con estupor como sus caciques fueron asesinados, Sabino Romero, su hijo luego de unos años y ahora su hija encarcelada junto a muchos hermanos por protestar y enfrentarse a la Guardia Nacional Bolivariana. Muchos hermanos indígenas han sido asesinados de diferentes pueblos, pemones, barí, yukpas entre otros.
Al asumir Chávez a la presidencia se paró la adquisición de tierras para los pueblos originarios y se implementa la CBRV. Se constituyó una comisión nacional de tierra, con representantes del Estado y presencia de poblaciones indígenas. Se les dice a las comunidades que se les otorgarán los derechos de sus tierras respetando los derechos de terceros. He allí la trampita de los bolivarianos chavistas. Se debía respetar la tenencia de tierras de los hacendados, madereros y mineros que habían desalojado a los pueblos originarios de las tierras planas
empujándolos a las más altas, a punta de pistola ejerciendo violencia que jamás fue castigada.
Además, el Estado se quedaba con el subsuelo de todas las tierras. Esta situación generó gran malestar entre los pueblos originarios, se sintieron burlados, engañados. Dirigentes indígenas afectos a Chávez fueron desmovilizados, especialmente entre los Bari. Al grito de: “No queremos terceros adentro del (territorio) Yukpa”. Los yukpas siguieron luchando por su cuenta rescatando sus tierras. La ira de terratenientes, mineros forestales, narcotraficantes se desató, tamaña insolencia de unos “indios” empezaron a asesinar a los líderes.
Podemos observar el hilo conductor de estos alzamientos: el enfrentamiento de dos culturas, donde una se sobrepone por la fuerza de las armas ante la otra que solo tiene su cosmovisión sus lanzas y flecha contra armas militares de grueso calibre. La poderosa que ve en la acumulación de riquezas su poderío y su razón de ser, frente a la otra que pretende no dañar a la madre tierra. Tomar de la naturaleza solo lo que es necesario para su subsistencia, vivir en paz y armonía con cuanto les rodea.
El modelo neoliberal impulsados por los gobiernos de turno en Latinoamérica, empeñados en presentar las mejores ofertas a los países imperialistas para que saqueen nuestros territorios, avanza como una niebla destructora. Basta mirar la zona del arco minero del Orinoco para darse cuenta del pillaje, la devastación de los bosques, la contaminación de las aguas principalmente con el mercurio que utilizan para extraer el oro.
Enfermedades llevadas por el hombre “civilizado” como la sífilis, tuberculosis, además del envenenamiento por el mercurio, están diezmando a la población indígena en Venezuela. Tenemos un Fiscal General de la República, que se dedica a escribir poemas y no considera el sufrimiento de los pueblos originarios. Permanece impávido y silente ante la situación. Muchos yukpas han tenido que emigrar a hacia territorio brasileño para poder conseguir comida y medicinas.
Hoy no se les deja abandonar sus comunidades, impidiéndoles el traslado por el territorio nacional, como si de parias se tratase. Primero tratan de cambiar su forma de vida encasillándolos solo en la creación de artesanías, dejando de lado toda la riqueza que implicaba vivir en armonía con la tierra. No pueden hacerlo pues han sido desalojados de su hábitat. Aun así, se les prohíbe salir a vender el producto de su trabajo.
Un solo grito une a los pueblos originarios de Latinoamérica ante la injusticia de una cultura opresora y discriminadora:
LA TIERRA SE DEFIENDE, EL AGUA SE DEFIENDE
El neoliberalismo es riqueza para unos pocos y hambre y muerte para muchos
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El Pepazo