A Floyd Mayweather se le calcula una fortuna próxima a los 1.000 millones de euros, aunque es cierto que ex púgil no parece tener mucho cuidado en contener sus gastos para mantener su fortuna. Una de sus pasiones, que en ocasiones ha exhibido «para que se fastidien mis odiadores», son los coches. Mayweather tiene predilección sobre todo por los coches negros (aunque también ha tenido una colección de blancos), y no tiene ningún problema en comprárselos similares con pequeñas diferencias de acabado.

Ahora, el ex boxeador acaba de mostrar sus nuevos Rolls-Royce, que se ha llevado a una de sus casas (más bien una mansión) que tiene repartidas por Estados Unidos. Y los ha presentado diciendo, literalmente, que nos podemos volver ‘locos’, pero que esto (se entiende que los coches) «es lo que quería Dios».

Mucho Rolls-Royce

El primero es un Ghost negro con la tapicería granate, un modelo animado por un motor V12 de 570 CV que ya supera los 300.000 euros sin opciones y en el que Mayweather ha dejado su clásica gorra de TMT (The Money Team).

A su lado, otro Rolls-Royce, en este caso un Phantom con batalla extendida y también de color negro, muestra un gusto distinto al recibirle con unos llamativos cojines y unas fundas de pelo de dudoso buen gusto para los asientos delanteros. El motor en este caso es el mismo V12 con 570 CV y el precio supera los 450.000 euros.

McLaren GTS

También frente a la puerta tiene aparcado un McLaren GTS, el nuevo deportivo animado por un motor V8 biturbo con 635 CV que alcanza 326 km/h y pasa de 0 a 100 en 3,2 segundos, y por el que no habrá pagado menos de 250.000 euros.

Aprovecha Mayweather para enseñarnos también su furgoneta Mercedes Clase V, en este caso decorada con un espectacular interior de color anaranjado en sus cuatro butacas colocadas dos a dos en posición enfrentada. Si la hubiese adquirido sin opciones ya superaría los 75.000 euros, pero la tarifa del interior personalizado quizá haya acercado más su precio a los 100.000 euros.

Es decir, más o menos 1,8 millones de euros en coches para actualizar que ha adquirido por ‘orden divina’.