Thaishi Molina
¿Comenzamos siempre preguntándonos que pasará mañana?, que nos depara el futuro en este clima represivo, tóxico e incierto lleno de dudas y desaciertos, nos preguntamos qué vamos a comer en este día y que podemos
comprar aun sabiendo que no tenemos dinero suficiente para hacerlo, porque no tenemos en Miraflores a nadie que defienda los intereses de los trabajadores.
Exigir salario digno es un asunto imposible ante este gobierno, pero que nos mantiene en pie de lucha hasta lograr enfrentar las políticas neoliberales de un estado forajido, que esclaviza al trabajador obligándole a cumplir horas extras sin derecho a queja. Los salarios son de hambre, de calamidad en la cual. – ellos – obtienen una plusvalía y ganancias con el sacrificio de cada jefe de familia llevándole a la desesperación, incluso a dejar a sus familias para incursionar en el valle de la muerte como lo es el Darién.
Sujeto a esto, es indecente cada vez que Maduro sale en cadena nacional “ajustando el salario mínimo” y para mal de colmos, es cuando nos invade en cada casa la llamada “escasez”, ante esto ¿Qué hacer? Esperar que nuestros hijos se mueran de hambre?, esperar que fallezcan sus fuerzas?, ir a un hospital donde no hay absolutamente nada para atacar posibles enfermedades, infecciones, o seguirle el tratamiento a un paciente que necesita ser dializado, sino se tratan a tiempo varios casos de enfermedades crónicas, los paciente decaen y hasta
mueren, producto del mal tratamiento a causa de personal médico que dice tener experiencia en el área, pero que en realidad no son instruidos en la verdadera profesión, con vocación de servicio y mas allá de eso, debe haber culminado satisfactoriamente sus estudios en universidades emblemáticas del país, pero
además de ello, brindar atención medica compasiva, apropiada y afectiva.
Otro grave flagelo es la mala y pobre alimentación que cada vez es más precaria y a la vez poca, Es difícil poder adquirir la canasta básica por tanta especulación, usura, desorden y corrupción del gobierno y de un minúsculo grupo de empresarios que cada vez agarran cuerpo y se blindan con la protección del enchufado mayor que
busca a como dé lugar, lucrase del más pobre a costa de lo que sea.
La miseria, el hambre, desnutrición y la falta de medicamentos necesarios como de alimentos básicos estructuran un cuadro de emergencia humanitaria con extremada urgencia.
Es un desespero el que impera en nuestro país, en nuestras ciudades, barrios y calles, la gente comiendo de la basura, pidiendo dinero para poder trasladarse de un lado a otro porque no hay efectivo, la indolencia de los que manejan las busetas públicas no tiene límites, cobran descaradamente y si no se les paga como ellos dicen, pues te quedas y punto, no vas pal´baile. La nueva modalidad es que colocan el pasaje a 0.50$ a como amanezca el dólar así pagas, desangrando al mismo pueblo y llevándolo a caminar trayectos largos que cansan hasta el punto de desmayar a causa de este sol inclemente que impera en nuestra ciudad – Maracaibo – .
Pero qué pasa con este régimen indolente?. Su presidente Nicolas Maduro dijo ser trabajador publico en el sistema de transporte en la década de los 90 y del fuero sindical, esto le permitió al jefe de estado un salto para llegar a la política e indudablemente estar al lado de Chávez.
Es despreciable cómo el régimen se hace la vista gorda y no hace nada para controlar lo que un día tuvieron a manos llenas: el poder, catastrófico desde cualquier punto de vista, desde cualquier ángulo, desde cualquier perspectiva, nunca en nuestra historia republicana algo similar a lo que estamos viviendo, se vio o se vivió. Creemos que la nueva ética debe ser para enfrentar la corrupción en todos los niveles.
Se debe Incrementar la producción mediante la industrialización y creación de los empleos dignos, donde se priorice la seguridad laboral, estabilidad y garantice todos los derechos laborales del trabajador. Además del incremento de la capacidad adquirida de los trabajadores de acuerdo al art. 91 de la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela (C.B.R.V). Existe un total descontento de todos los sectores políticos y sociales, grupos de militares, maestros, educación media y universitaria y organizaciones no gubernamentales, sociedad civil y gran parte de los que hoy son chavistas. La protesta es la protagonista en todos los escenarios dramáticos que afloran en cada situación individual o colectiva por las condiciones de hambruna y escasez de toda índole.
La rebeldía frente a las imposiciones represivas y dictatoriales del régimen han sido fuertes en los últimos años pero que poco a poco han ido mermando a causa del destape de la olla podrida en la cual se deja ver a lo lejos que al menos 25 mil millones de dólares fueron robados por la camarilla de Tareck El Aissami o, mejor dicho, Ali Baba y sus 40 ladrones. Surge entonces una gran incógnita: ¿dónde está el dinero de todos los venezolanos? – comiencen a despejar -.
Ante estos acontecimientos, se debe impulsar el desarrollo del ahorro nacional para la inversión nacional y el abaratamiento del crédito, diversificación de la producción nacional en especial de la agroindustria para garantizar la soberanía alimentaria. La nueva ética quien debe prevaler para enfrentar la corrupción en todos los niveles y la creación de ciudadanía responsable y consiente. El impulso de la democratización mediante las asambleas en distintos sectores de la ciudad promoviendo las elecciones primarias como expresión de libertad y democracia, siendo esta la mejor opción en estos tiempos de crisis y dictadura.
En estos momentos de presión, de acoso, de persecución por parte de este régimen, nos vemos en la obligación de salir sin miedo a defender nuestros derechos como venezolanos, exigir un salario digno, libertad sindical, liberación de nuestros presos políticos, seguridad social y junto a ello, alzar nuestra bandera y rescatar la vigencia plena de nuestra constitución.
Unidos lograremos impulsar el desarrollo de este país, donde haya trabajo digno ajustado a la ley, donde existan condiciones de vida favorables para nuestros hijos, donde la libertad y la democracia sean las protagonistas en esta tierra de gracia y bendición.
Luchar, luchar, luchar incansablemente, con altos y con bajos, hasta que hagamos inevitable la victoria.
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