José Cedeño
Ese lugar geográfico todavía no se ha podido localizar, a pesar de los esfuerzos de los estudiosos de la materia. Dejo incompleta la frase porque no acostumbro a alternar con la vulgaridad, pero esa es la frase de muchos al emigrar de nuestro país. Ahora quién los entiende, querían estar en el coñ… y están allá, y ahora dicen que se quieren ir pal coñ… total, no sabemos dónde queda eso, si ayá o aquí, parece jocosa la situación pero es muy seria, ese fue el tema de campaña de oposición, se escuchaban frases como: piensa en tus hijos que están fuera, tus nietos y toda tu familia, voten para que tu familia pueda regresar, a mí me sonaba eso como que voten por la ultima cola.
Pero les mintieron a su gente porque aunque muchos ahora mismo desean regresa,r el tema se vuelve complejo pues la mayoría no puede porque no tiene recursos cómo hacerlo, viven el día a día con largas jornadas de trabajo con un salario que sólo les alcanza para sobrevivir.
Les hablaron y les volvieron a mentir que iban a cumplir sus sueños, que sus hijos iban a tener futuro, que se iban a desarrollar profesionalmente, que era la tierra de las oportunidades, recuerdo cómo los recibieron en la frontera del vecino país, el mismo presidente y todo su tren ejecutivo.
Cuando en los países del sur comenzaron a estorbar donde fueron esclavizados con jornadas de trabajo de hasta 16 horas con una paga pésima, sin ningún tipo de beneficio laboral, apenas si podían ver a su familia, ni soñar con sacarlos un fin de semana libre y menos de venir un fin de año de visita a su país, cuando ese sueño se fue desvaneciendo, les inventaron otra mentira y la creyeron: la esperanza está en el norte, cuántos de nuestros compatriotas dejaron sus vidas en el Darién, cuántos sueños rotos, familias disueltas, padres y madres solos sin tener la esperanza de volver ver a sus hijos, abuelos con una profunda soledad y tristeza.
La pregunta que vale la pena responder ¿Quiénes son los responsables de esto?. Pues aquellos que sembraron la desesperanza, que nuestro país no servía, que no había futuro para nosotros y nuestros hijos, un bombardeo propagandístico a nuestra juventud que vendió todo para arriesgar su vida en un viaje, en no pocos casos sin retorno.
Llegamos a ver por los medios a un engendro del mal, Julio Borges, hablando de sus coterráneos diciendo que eran una plaga, Dios se apiade de esa alma tan oscura. Y en todos los países surgió una matriz: todos los venezolanos son malos, asesinos y ladrones de la peor calaña y ninguno quiere recibirlos, les cierran las fronteras, los expulsan y pare de contar, pero me atrevo a decir que al venezolano no se odia, lo que odian la mayoría de eso países es su pobreza.
Porque todo el que tiene cobres, como decimos coloquialmente, es recibido con los brazos abiertos, no importa si es mal habido, si es del narcotráfico, si es producto de la corrupción, no importa, el dinero lo tapa todo, algunos de ustedes no se han preguntado por qué todo ladrón y corrupto va a parar al norte huyendo de la justicia de su país y allá es recibido con honores?. ¡Misterios de la ciencia!
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