Mike Tyson no teme a nada ni nadie

Mike tyson no teme a nada ni nadie, y a estas alturas de su carrera menos. Aunqiue su mujer le repita en demasiadas ocasiones «no tienes necesidad de hacer esto que haces», él lo lleva dentro. No tiene que demostrar nada a nadie pero eso no le basta y quiere más, quiere seguir demostrando que el que tuvo retuvo y que en la próxima pelea que le aguarda, ante Jake Paul, ni el joven boxeador ni la úlcera que le tiene apartado en el dique seco van a poder con él.

Es precisamente esa úlcera la que le ha obligado a posponer la pelea de esta fin de semana; en su lugar Mike Perry se enfrentará al menor de los Paul. Hasta noviembre no seremos testigos de su regreso, pero él insisite en dar de qué hablar y en una entrevista en Esquire, ha comentado cómo se siente.

Mike Tyson y su adicción a la fama

No es nada nuevo, nada que no se sepa. La adicción de Mike Tyson a la gloria es lo que hace que, a día de hoy, siga siendo el que es: «Soy consciente de que no tengo que hacer esto, y mi mujer me lo repite. No, no tengo que hacerlo porque los millones que puedo hacer con mi próxima pelea no van a cambiar mi vida. Soy un adicto a la gloria, me encanta que la gente piense en mi todo el día. Prefiero vivir una vida corta y llena de gloria que una larga vida de oscuridad. Es lo que soy».

Tyson lucha a diario contra esas imágenes, esoso vídeos y esa nostalgia que le hacen ser eternamente joven en la mente de los aficionados. Sabe que eso le perseguirá hasta el final de sus días y eso le hace sentirse incómodo: «Nunca me va a abandonar, pero tienes que darte cuenta de que ya no eres esa persona. Esa es la realidad. No soy esa persona. Nunca volveré a ser esa persona. No me gusta esa persona».