En su autobiografía, Mike Tyson acusaba al malogrado árbitro Mitch Halpern de haber ejercido en estado de embriaguez durante su primera pelea contra Evander Holyfield. ‘Iron Mike’ no lo quería ver de ninguna manera en el combate de revancha, entre otras cosas porque pensaba que éste permitió a ‘The Real Deal’ usar la cabeza de forma ilegal siempre que quiso. Entonces, se llegó a un acuerdo para que en el segundo choque el ‘referee’ fuera otro de los más notables árbitros del momento: Mills Lane.
El boxeo está de luto tras la muerte ayer de Lane a los 85 años (12 noviembre 1937, Savannah – 6 diciembre 2022, Reno). El legendario árbitro, que dirigió más de 100 peleas con título mundial en juego, comenzó su carrera en 1961 y con los años se convirtió probablemente en el más famoso durante las sucesivas décadas, hasta el punto de acabar ingresando en el Salón de la Fama del Boxeo. Su eslogan, ‘Let’s Get It On’ (Vamos a ello) se convirtió en su firma, así como otro histórico, Joe Cortez, haría de su lema el famoso ‘Fair but firm’ (Justo pero firme).
Antes de iniciarse en el arbitraje, Mills Lane se alistó en los Marines de Estados Unidos en 1956 y renunció a una lucrativa carrera en la banca para poder hacer lo que más le gustaba, que era el noble arte. Mientras estuvo en las Fuerzas Armadas se dedicó a boxear y no quiso seguir el camino que había trazado para él su familia, pues su abuelo fue el fundador de un banco que llegó a ser el más grande del estado de Georgia.
Tras una corta carrera como púgil profesional (11-1-1), decidió estudiar derecho y llegó a ser fiscal y luego juez de distrito. Lane comenzó a compaginar su trabajo con ser árbitro de boxeo y poco a poco se fue haciendo un nombre. Mike Tyson solicitó que fuera Lane el árbitro de su segundo combate contra Holyfield, ya que se fiaba de él. El de Georgia había estado en la pelea en la que ‘Iron Mike’ se proclamó por primera vez campeón del mundo o cuando se midió a Peter McNeeley tras salir de la cárcel.
Mills se retiró en 1998 y en 2002 sufrió un derrame cerebral. Desde entonces apenas se dejó ver, pues tenía dificultades para hablar. Se ha ido un clásico y un histórico del boxeo. D.E.P.
El Pepazo/Marca