El español ‘murió’ en la orilla y se queda a las puertas de ganar en el Torneo de Bastad. Cayó en la final ante Borges por 6-3 y 6-2 pero se marcha con un buen rodaje de cara a los Juegos
Rafa Nadal se quedó a las puertas de morder un nuevo trofeo. A sus 38 años, en la final 131 de su carrera, no pudo sumar su título número 93. Perdió en el desenlace del ATP 250 de Bastad ante el portugués Nuno Borges por 6-3 y 6-2, en una hora y 26 minutos. Hay que viajar hasta 2015, en el Mutua Madrid Open y ante Andy Murray, para encontrar la última vez que el balear caía en una final sobre tierra batida.
Rafa se tomó el torneo de Bastad como rodaje de cara a los Juegos de París. Tras caer en primera ronda de Roland Garros ante Zverev, descartó la hierba de Wimbledon. Quería seguir sobre el polvo de arcilla. Todo los pasos iban encaminados para exprimir al máximo el sueño olímpico.
Cuando vuelva a las pistas de Roland Garros, lo hará tras comprobar que está preparado para dar la vuelta un set tras verse 4-1 abajo, como ante Cameron Norrie, para aguantar más de cuatro horas en pista, como ante Mariano Navone (desde 2009 no disputaba un duelo tan largo a tres sets) o para firmar unas de sus características remontadas, como ante Ajdukovic (tras ir 6-4 y break en contra).
A pesar de no poder ganar su final número 64 en tierra batida (de las 72 disputadas), Nadal se marcha de Bastad, torneo que jugó y conquistó por última vez en 2005, con un buen rodaje de cara a los Juegos. Si bien faltó el título y en Bastad estamos ante un ATP 250, no es menos cierto el mérito que atesora Nadal tras un 2023 en blanco por su lesión en el Open de Australia y su complicado regreso esta temporada.
«Ha habido momentos muy buenos en la semana. Hoy no ha sido mi mejor día, pero ha sido una semana positiva. He disfrutado, no sé si volveré, probablemente no pero muchas gracias por todo el apoyo y cariño recibido», apuntó Nadal en pista.
Luego fue más allá en rueda de prensa: «He jugado muy mal en la final. No puedo decir que estoy satisfecho con mi tenis porque el nivel de juego ha estado lejos del que venía haciendo en los entrenamientos anteriores. Solo he perdido la final, he sumado rodaje. Es importante para mí que mi cuerpo haya aguantando la exigencia de la semana», analizó.
Nadal: problemas para ganar con su saque
El inicio del encuentro no difirió mucho de lo visto en los anteriores. Nadal se mostró muy irregular con su saque. Borges, que saltó a la pista con 6 horas de juego en sus piernas por las 12 de su rival, se anotó el primer juego al servicio y, a partir de ese instante, se sucedieron los breaks a cada lado de la red. Se llegó al 4-2 a favor de Borges sin que Rafa se hubiera anotado juego alguno al saque (acabó la manga con sólo un 58% de acierto en su primer servicio). Lo logró, no sin apuros, para colocar el 5-3, pero el set estaba ya en mano de Borges
Cerrado el capítulo de Bastad, en menos de un semana pisará de nuevo las instalaciones de Roland Garros. El último baile olímpico, por partida doble, espera a Nadal.
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El Pepazo/Marca