«No quiero poner excusas. Sí que sabemos que el calendario es complicado, que venimos de back-to-back, pero los Boston Celtics son el mejor equipo de la NBA», dijo, sin pelos en la lengua, Joel Embiid. El camerunés, MVP de la liga y contendiente a repetir, no tuvo reparo en elogiar lo que es imposible de frenar.
Terminó con 20 puntos y 9 rebotes, pero los ‘orgullosos verdes’ habían tomado su casa sin oposición (107-117). Otra vez, el Este es del equipo del trébol. Que se lleva todo elogio… justificado. Nadie les frena y junto a los Denver Nuggets, que hacen lo propio en el Oeste, vuelan. A ver quién es el ‘guapo’ que les para.
Con números en la mano, Embiid tiene razón. Suele ser habitual en él, y le persigue aquella frase de frustración sobre los Celtics que el tiempo valida. «¿Cómo vamos a ser sus rivales si siempre nos patean el trasero?», dijo hace varias temporadas. Lo hicieron de nuevo, sin Jaylen Brown ni Kristaps Porzingis, pero con Jayson Tatum al mejor nivel (29 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias) y un gran Derrick White (25, pero 14 en el último periodo).
Los Celtics son el mejor equipo de la NBA
Joel Embiid
Un baloncesto de salón
La clave de Boston es, probablemente, un baloncesto sin fisuras en los dos lados de la cancha. Además del récord de 9-2, que es el mejor, lo acompañan con buenos números en todos los frentes. El tercer mejor ataque, con un ráting ofensivo (producción en 100 posesiones) de 120. La segunda defensa, en 106,6 (recibido por 100 posesiones). Nadie tiene tan buen balance en puntos anotados y recibidos por 100 posesiones, con 13,4 a su favor. Y también mandan en diferencial de puntos, con 13,4. Una máquina bien engrasada e imparable.
A los Sixers les batieron en los minutos finales. Llegó igualado el choque al final y Derrick White fue el que abrió el margen a favor del equipo verde con varias anotaciones. Tyrese Maxey, en un 2+1, durísimo recortó distancias antes de entrar en los dos minutos finales (110-105, 44′). Pero Tatum mató el partido a falta de un minuto tras un gran triple que daba el triunfo verde.
Lillard sin Giannis Antetokounmpo es un jugador diferente
Los Milwaukee Bucks son un proyecto concebido para funcionar con sus dos mega estrellas en cancha, Damian Lillard y Giannis Antetokounmpo. Pero resulta que el equipo gana más cuando solo uno aporta, y que los dos a la vez no terminan de afianzarse. Ocurrió en cancha de los Toronto Raptors (112-128) a los que sin el griego destrozó un Lillard espectacular. 37 puntos, 13 asistencia, 4 rebotes, 4 triples e ilusionante producción (9/18 en el tiro de campo). Tras un inicio dubitativo, ‘Dame’ ha vuelto.
Además de sus característicos triples desde el logo, Lillard se convirtió en el primer jugador de los Bucks en anotar 35 puntos y asistir en otros 35. Mikal Beasley, una de las figuras controvertidas, hizo 30 con 8 triples. Y Milwaukee asestó un buen golpe en un partido que dominaron desde un 0-17 antes del descanso. Ahora bien… es obligatorio que rindan con Antetokounmpo y Lillard juntos. De lo contrario, bronca.
Unos Suns agarrados a sus estrellas
En el otro lado de los Estados Unidos también van creciendo proyectos destinados a grandes cosas. Una será esa duda sobre sí podrán con unos Celtics cuando el anillo esté en juego. Muchos miran a los Phoenix Suns, que pasaron por encima (133-115) de la mejor defensa de la NBA, la de Minnesota Timberwolves. Minnesota arregló el partido al final, pero jamás pudo con un equipo liderado por los 31 puntos, por cabeza, de Kevin Durant y Devin Booker. Faltó Bradley Beal, pero dan muestras de su potencial.
Booker, de hecho, regresó a la dinámica de equipo. Solo ha jugado tres partidos este curso, los tres con más de 30 puntos. «Estaba amando el juego por el equipo», dijo al terminar. Tienen confianza, aunque su récord (5-6) todavía está alejado de meter miedo. «Deberíamos ser imparables en ataque. Éste es nuestro estándar. Meter 120 o 130. ¿Por qué no? Le metemos 133 a la mejor defensa. Es todo lo buenos que podemos ser», reflexionó Eric Gordon, otra pieza importante.
Deberíamos ser imparables en ataque. Éste es nuestro estándar. Meter 120 o 130
Eric Gordon
Los Lakers y su irregularidad
De los que no fue el día son de Los Ángeles Lakers, que tras una buena racha fueron batidos, sin casi respuesta, por un rival directo. El 110-125 de los Sacramento Kings no señala cosas demasiado buenas, pues solo el triple-doble (28+10+11) de LeBron James (el quinto en la historia con más y el segundo más mayor en hacer uno) salva una jornada en la que el tercer cuarto dejó claro la diferencia.
En los Kings brilló un descomunal Sabonis (29 puntos y 16 rebotes), que pronto se dirá que es mejor que su padre, y los 28 puntos por cabeza de De’Aaron Fox y Kevin Huerter. Bajaron a la tierra (6-6 como récord) a los Lakers, se colocan con 6-4 y vuelven a ser contendiente del Oeste.
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El Pepazo/Marca