Álvaro Taborda.
Cuando hablamos de Nelio, hasta lo asociamos con la identificación del sector que lo vio nacer «EL BOJORERO», ya que al parecer según las investigaciones, el nombre de este populoso sector es sinónimo de jocosidad; por el estilo de vida, con que siempre se han identificado los habitantes de esta comunidad, y manifestado por cada uno de ellos, pero lo cierto es que en ese lugar han nacido y vivido varios personajes que han dejado un poco de historia, como: María Magdalena Estrada (manga), Raymundo Andrades, José De La Rosa Gómez (El Loco «Cheo»), Bernabé Gutiérrez, y entre otros Nelio Enrique Jordán Gutiérrez, que es el personaje al cual me voy a referir hoy en esta crónica.
Nació este jocoso y chistoso hombre el 15 de noviembre de 1941, bajo la atención de la comadrona Tomasa Morales, hijo de Juan Bautista Jordán (+), oriundo del Estado Falcón, y Anatalicia Librada Gutiérrez (+), mujer de temple machiquense.
Sus hermanos son: Leontina (+) Yudith, Freddy (+), Lirida (+), Jordán, Alejandro (+), y Julia Gutiérrez (+).
Para esos tiempos, Machiques apenas contaba con pocas calles y avenidas, ya que la comunicación entre los vecinos era a través de trillas o «caminitos» que comunicaban un lugar con otro, siendo la mayor parte de su composición terrenal los llamados hatos y, la otra parte eran tierras virgenes o zonas de vegetación no trabajadas.
La vida de aquel joven creció en una casa al estilo de un rancho, ya que en esos tiempos cualquier persona o familia no poseían los recursos suficientes para construir una modesta vivienda, además, penosamente el pueblo se empezaba a desarrollar. Entre tantas cosas, la mamá de Nelio, que se contaba entre una de las areperas que duró muchos años en el oficio, lo enseñó a vender las arepas de maíz pilao para mantener el sustento de su vivienda ubicada en lo que hoy es la avenida Arimpia y Libertad con calle Lara.
Comenzó sus primeros estudios en una escuelita que estuvo situada diagonal a «La Siempre Viva», antiguo abasto del señor Francisco Ávila, dicha escuelita era dirigida por la señora Neida Romero.
Luego a sus diez años de edad, su mamá decidió inscribirlo en la Escuela Julio Arraga para continuar su primer grado de primaria, pero solo llegó hasta el 3er. grado, no siendo posible que continuara hasta el 6to. grado. Desde ese momento su mamá decidió que se fuese para la calle a vender las arepas que ella hacía, ya que era una forma de ayudar al sustento de su familia; pero en esa oportunidad el muchacho dio inicio y de una vez hizo su ruta que comprendía el centro del pueblo y todo el sector de «La Ranchería», ello fue por varios tiempos hasta que cumplió 17 años de edad, etapa en que cada joven tenía que preveer de irse alistando para presentarse y cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, de lo contrario sería reclutado por las autoridades del gobierno.
Pasó años vendiendo las arepas de su mamá, pero luego cambió la ruta para empezar a vender arepas de maíz y plátano asado con concha, pero esta vez en la empresa láctea El Lactuario, donde elaboraban mantequilla, hielo en molde y hasta tenía su comisariato; esta empresa estuvo ubicada casi al final de la avenida Arimpia, justamente donde estuvo el Matadero Municipal, y allí a través de su amistad con el Señor Heli Ramón Méndez, Gerente del Lactuario Perijá, lo permisó para que pudiera entrar a las áreas de la empresa a vender las mencionadas arepas.
Al cabo de un tiempo, fue ingresado a esa misma compañía, logrando laborar cuatro años.
Después, trabajó para varias empresas como AGAPECA, donde duró poco tiempo, en 1960 pudo entrar a trabajar en el departamento de llenaje de la empresa Industrias Lácteas C.A (INDULAC), estando ahí contrajo matrimonio con la distinguida señora Denia Villasmil, en esa oportunidad era la autoridad del Dtto. el ciudadano Lino Ramírez Lugo, Prefecto que celebró el casamiento.
Luego en el año 1962, llegó a ser empleado de la prefectura del Dtto. siendo el Prefecto Asterio Chacín, que lo mando a llamar para nombrarlo recepcionista del despacho del Prefecto. Asimismo, cuando el Presidente del Ayuntamiento Municipal de Machiques era Manuel Antonio López, trabajó como ayudante de topografía en ese período.
En el año 1967, siendo Arnoldo Martínez presidente del Concejo, trabajó como Recaudador de Rentas Municipales del Dtto. Perijá.
E igualmente hubo una temporada que estuvo laborando en bares o botiquines, como se les llamó a estos sitios de ambiente diurno y nocturno, donde se expendían licores y también se jugaba dominó y bolas criollas, cosa que Nelio optó como oportuna para no estar desempleado, ya que su responsabilidad con su hogar lo obligaban a no estar cesante.
Por otra parte, después de haberse casado, nacieron sus hijos: Yuleida (religiosa), Yasmira, Nelio, Alejandro (+), Emelicel y Emeliana Jordán.
Continuando en su variada lista de lugares y empresas donde a bien en algunas oportunidades fue empleado y en otras fue obrero, pero casi nunca llegó a estar sin empleo. Nelio, en su continuidad como trabajador también llegó ha asumir responsabilidades como fue el caso de llevar la administración, junto a su hermano Alejandro Gutiérrez, de la Agencia de licores y festejos La Jarra. En el año 1962, trabajó en la Asociación de Ganaderos de Machiques (GADEMA), siendo su presidente Numa Pompilio Peña.
Nelio llegó a pertenecer y a dirigir una dilatada cantidad de Asociaciones y gremios deportivos, culturales, civiles, y sociales…que son infinitas, por ello, no hacemos mención de ellas, para no hacer tedioso el tema de la crónica, sin embargo, voy a citar una actividad que tuvo que ver con las expectativas de los habitantes del Sector «El Bojorero» y otros sectores aledaños a su residencia, como fue el caso de haber hecho la arepa más grande de Venezuela.
En ese mismo tiempo, luego de haber laborado para varias compañías y empresas, se decidió a vender arepas de maíz, de plátano, de yuca y arepa pelada, además de ayudar a la señora Denia en los quehaceres de su restaurante, ello le permitió mantener unos pequeños ingresos para la manutención de su casa.
Por otra parte, este personaje es un asiduo visitante de la Iglesia católica, pero además es una persona que se dedica a la labor de reconocer los trabajos de otros ciudadanos que merecen se les distinga su trabajo y trayectoria, por ello muchas personas terminan agradeciendo el trabajo de Nelio Jordán, además impuso su propio lema «Un corazón solidario, jamás será un corazón solitario»
Debo resaltar que Nelio ha recibido varios reconocimientos, condecoraciones y premios en atención a su labor de gente dedicada a la realización de obras beneficas y sociales.
La presencia de Nelio Jordán, no solo viene siempre acompañada de un jocoso chiste o ameno momento, sino que también hace algunos años, fue merecedor de que un hombre de la radio como Oscar Pacheco Gutiérrez (+), le diera el remoquete de «El Alcalde del Bojorero», y desde allí, hasta los niños, jóvenes, adultos y todo aquel machiquense que pasa por su lado, le gritan o llaman por ese sobrenombre.
En la actualidad Nelio, se encuentra descansando y disfrutando de sus 81 años con una vida llena de afecto, y sobre todo, íntegra al lado de familiares y amigos.
Nelio, no me queda otra cosa que seguirte deseando mucha salud, pero antes, tenerte junto a nosotros con longevidad de vida.
¡ENHORABUENA VIEJO ROBLE!.
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El Pepazo