Al escritor le pusieron en su torrente sanguíneo una dosis de clostridium botulinum, una bacteria que puede ser letal en pequeñas cantidades, pero que no mata tan rápido como otros venenos, sino que actúa de forma progresiva. En este caso habrían tendido participación agentes del Estado de la dictadura de Augusto Pinochet
Egdo Lameda.-
Corresponsal en Chile
Desde los huesos, desde mucho más allá del alma, desde ese lugar ausente, desde ahí habló el poeta, desde ese sitio de lamentos soltó su grito callado y narró su último poema. Así arranca este nuevo capítulo revelador de una historia inconclusa. Así se van despejando las dudas y los misterios que se esconden detrás de la muerte de Pablo Neruda.
Los eslabones de una larga cadena comienzan a unirse, como el ADN, abrazados y en forma de espiral, para que el mundo conozca una verdad que permaneció callada durante casi medio siglo.
Una larga investigación científica, llegó a su fin. A casi 50 años de la muerte repentina del gran poeta chileno, ya se sabe con certeza que este influyente escritor y político del Siglo XX no murió por causas naturales, sino que lo asesinaron con un arma biológica.
Así lo manifestó la mañana de este martes en un programa radial el abogado y sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, tras conocer los resultados de una investigación que se inició en 2011, luego de la presentación de una querella por parte del Partido Comunista de Chile, por intermedio del abogado Eduardo Contreras.
Efectivamente, Reyes manifestó que a su tío le provocaron la muerte tras colocarle en su torrente sanguíneo una dosis de clostridium botulinum, una bacteria que hoy es usada como arma biológica, y que igualmente se usó con el mismo fin en el pasado.
Explicó que esa bacteria no mata tan rápido como otros venenos, sino que lo hace de una forma progresiva.
En el caso de Neruda la bacteria le provocó una agonía que duró entre cinco y seis horas.
Reveló, que en la muerte de su tío hubo la intervención de agentes del Estado de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
En detalles
Un día antes de partir a México, Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, conocido universalmente como Pablo Neruda, uno de los poetas más importantes del Siglo XX, falleció en una reconocida clínica de Santiago.
El poeta, Premio Nobel de Literatura 1971, acudió al servicio de salud, tras presentar un empeoramiento del mal que le aquejaba: un cáncer de próstata, que según el acta de defunción, habría traído como consecuencia una caquexia, o debilitamiento por la pérdida de peso o masa muscular, propio de esta enfermedad cuando se encuentra en etapa terminal.
Sin embargo, tres décadas después de su deceso, comenzaron a salir misteriosas revelaciones, que pusieron en tela de juicio ese certificado de muerte. Una de esas revelaciones fue el testimonio de Manuel Araya, chofer y asistente del connotado escritor.
Este hombre siempre tuvo sus dudas sobre la muerte del poeta, porque unas horas antes de fallecer le habría dicho: «me colocaron una inyección en el estómago y me estoy quemando por dentro».
Araya, quien conocía lo importante que era Neruda desde el punto político, tras el derrocamiento de Salvador Allende, por una coalición cívico-militar, encabezada por el general Augusto Pinochet, llegó a pensar que tal vez su muerte pudo ser a causa de un envenenamiento.
Araya en reserva
Después de ese encuentro entre el chofer y su jefe, nunca más volvieron a verse. Neruda murió y Araya fue detenido por las fuerzas represoras del régimen de facto y llevado en calidad de detenido al Estadio Nacional. Luego no se supo más de él hasta el día en que decidió alertar al mundo sobre sus sospechas.
Sembrada la semilla de la duda, los medios chilenos comenzaron a hacerse eco de esa información que mantuvo Araya en reserva y que posteriormente diera paso a una querella, de parte de los familiares del poeta, quienes conocían de su enfermedad, pero que estaban convencidos de que el mal no le quitaría la vida de manera tan repentina.
Se espera que este 15 de febrero de 2023 el panel de expertos haga la entrega formal del informe preliminar a los órganos de justicia para ser sometidos a una evaluación y anunciar las conclusiones, que está previsto sea para el próximo 7 de marzo.
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo