Dallas no pudo vencer a pesar del monstruoso partido de su estrella, que terminó con 36 puntos, 15 rebotes y 18 asistencias
36 puntos, 15 rebotes y ¡18 asistencias! en la derrota de los Mavericks ante Oklahoma. Números fuera de toda lógica, de otra galaxia, de un personaje creado en un videojuego. Un dominio total del ritmo de partido. Para hacernos una idea de lo que ha logrado, en los últimos 40 años, tan solo ha habido cuatro actuaciones de 35+15+15. Doncic ha firmado dos de ellas.
A pesar de ello, Dallas no fue capaz de vencer a unos Thunder corales, con una marcha más y que tienen energía y talento para dar y regalar a toda la NBA. Comandados por un buen Shai (17 puntos, 9 asistencias), el mejor fue Jalen Williams, que terminó con 23 puntos.
Hasta ocho jugadores finalizaron en dobles dígitos: Holmgren, Williams, Shai, Giddey, Dort, Wallace, Bertans y Jaylin Williams. Una profundidad y compromiso de la segunda unidad envidiable. Son uno de los mejores equipos del Oeste, y cuando la sinergia funciona, son imparables.
Montaña rusa en el marcador
El encuentro se postulaba como uno de los partidos de la jornada. Y no decepcionó. Oklahoma dominó los tres primeros cuartos. Chet Holmgren hacía daño por dentro y fuera, Jalen Williams rompía con penetraciones y Shai era imbatible en el 1 vs 1.
Por parte de los locales, el show de Doncic comenzó temprano. Anotando desde fuera, asistiendo a sus compañeros. Magia en cada acción. Se le ve mejor que nunca físicamente. Derrick Jones aprovechó la visión del esloveno para marcar su mejor partido en el año (24 puntos, 6/12 en el triple), mientras que un monstruoso Dereck Lively (20 puntos, 16 rebotes), también puso de su parte. Se notaron las ausencias de Kyrie Irving y Tim Hardaway Jr
El torbellino de los Mavericks en el último cuarto (36-19) no fue suficiente para darle la vuelta a un partido que llegaron a ir perdiendo de 23 puntos. En un duelo en lo alto del Oeste, Oklahoma demostró por qué es uno de los equipos más en forma de toda la NBA. No le tienen miedo a nada. Ni siquiera a un legendario Doncic, que ya escribe en los libros de historia con exhibiciones para el recuerdo y no tiene límite.
El Pepazo/Marca