Alcaraz ve resucitar al mejor jugador de la historia y vuelve a perder en los cuartos del Open de Australia. Djokovic, atendido del muslo izquierdo al final del primer set, remonta para plantarse en su semifinal 50 de ‘Grand Slam’
Carlos Alcaraz siempre podrá decir que le quitó dos títulos de Wimbledon al mejor jugador de la historia. Novak Djokovic, a sus 37 años y 249 días, ha vuelto a demostrar que es el ‘Big One’ del deporte de la raqueta. A pesar de haber perdido el primer set y el percance físico sufrido, Djokovic levitó este martes, como tantas veces ha hecho, sobre el cemento azul de la Rod Laver Arena de Melbourne. Corrió y corrió vendado hasta cerrar un tanteo favorable de 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4, en 3 horas y 37 minutos. El reloj marcaba la 01.00 de la madrugada.
El serbio sintió algo en el noveno juego del primer set cuando fue a por una pelota esquinada con su derecha. Era el 15-15. Alcaraz lograría el ‘break’ y Novak notó rápidamente que se había hecho daño porque así se lo comunicó a los miembros de su banquillo a través de su lenguaje corporal. Con 5-4 abajo, pidió la asistencia del fisioterapeuta y se fue a los vestuarios para ser atendido por espacio de tres minutos. Eso es lo que marca la regla. Regresó con un vendaje en el muslo de su pierna izquierda. El murciano siguió enfocado y se anotó la manga inicial en blanco.
Antes del percance físico, Djokovic había empezado mejor, sumando los dos primeros juegos. El sol y el calor había dado paso al viento y el frío. Así se las gasta Melbourne, la ciudad de las cuatro estaciones. De los 30 grados de la sesión de día a tan sólo 22.
Carlitos, en un visto y no visto, igualó el marcador a dos. En la grada de la central se escuchaba «idemo» (vamos en serbio). Los dos mantuvieron su servicio hasta que el cuerpo de Djokovic se resintió de la batalla. Aunque luego se demostró que fue una falsa alarma.
Un juego al resto y en blanco que vale un set
Novak no iba a rendirse porque no va con su carácter y empezó el segundo set igual que el primero: 2-0 arriba y después 3-1. Alcaraz sabía de la importancia del segundo parcial y apretó los dientes para igualar a tres juegos. Su condecorado adversario se hacía el cojo, pero seguía de pie y sin sacar la bandera blanca. De hecho, hizo un inmaculado décimo asalto al resto y en blanco para firmar las tablas.
La jerarquía del mejor tenista que jamás empuñó una raqueta hizo el resto. Alcaraz encajó un sexto ‘break’, en el inicio del cuarto asalto. Y la remontada se hacía una utopía. Carlitos luchó y se fabricó un 15-40 para igualar a cuatro juegos. Era el último tren. Si ‘Nole’ sigue a este nivel, qué tiemblen Alexander Zverev y Jannik Sinner. Ya son 50 semifinales de ‘Grand Slam’ para él, 12 de ellos en la capital de Victoria.
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El Pepazo/Marca