De Victor Wembanyama se lleva desde que colocó un pie en la élite del baloncesto global afirmando que estaba programado para reinar. Tomando prestada la definición con la que el diario francés L’Equipesacó a la luz sus virtudes, el chico de Chesnay vive destinado para marcar una era. Sus condiciones no tienen comparación, sus números e influencia en cancha tampoco. Solo hay un lunar, pero es el principal: los San Antonio Spurs siguen buscando ganar con asiduidad.
Aunque los primeros partidos de la NBA 2024-25 señalan una mejoría en los Spurs (tres victorias y cuatro derrotas), todavía falta ese grado de cocción para entrar en una racha que cambie la dinámica. Un buen ejemplo fue la caída ante Los Ángeles Clippers (113-104), donde Wembanyama se salió en el majestuoso Intuit Dome, pero su equipo se quedó corto ante unos Clips que tampoco terminan de ser su mejor versión.
Los tapones
Wembanyama, sí. Anotó 24 puntos y capturó 13 rebotes. Fue a más en la faceta defensiva, pues colocó 9 tapones y se quedó a uno de ese triple-doble con un aspecto más complicado que las asistencias (el más habitual para lograrlo). Además, dio tres pases de canasta, robó tres balones y anotó dos triples. Nadie nunca ha conseguido una línea estadística así en la NBA.
Para el triunfo, todo sea dicho, no sirvió. Los Spurs dejaron escapar una distancia de 26 puntos a su favor, y los Clippers ganaron por primera vez en el Intuit Dome. «Pensábamos que esta mierda [por el pabellón] estaba maldita», confesó James Harden.
El Pepazo/Marca