Qué poco faltó. Ese mensaje sigue retumbando en Serbia y sus aficionados, donde el baloncesto es religión y motor vital. La selección balcánica tuvo durante 37 minutos eliminado al Dream Team de Estados Unidos. Pero cayó, y tras una decepción enorme tuvo que levantarse. Pero va en su ADN, quizá por ese respeto eterno a la competitividad y la concepción del deporte como algo superior a un juego, y Serbia apretó los puños, aceptó el dolor y puso rumbo a una medalla de bronce olímpica que les reconcilia con los Juegos Olímpicos (83-93).
Serbia se tomó la final de consolación como algo personal. Como revancha del último Mundial, como forma de validar un proyecto lleno de referentes. Logró su segunda medalla como Serbia (tras la plata de 2016) y la tercera total sumada la plata de 1996 como Serbia y Montenegro. Un premio a una gran generación, representada por el partidazo de Nikola Jokic (19 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias), 16 de Bogdanovic, 19 de Micic y 12 del incansable Aleksa Avramovic.
La propuesta serbia, lejos de entrar en crisis recordando como un 32-15 les dejó sin la histórica eliminación a Estados Unidos, fue ambiciosa y volcada en el talento de sus Bogdan Bogdanovic, Aleksa Avramovic y Nikola Jokic. Son físicos, con puntos y percutieron ante el bloque de la campeona del mundo. Alemania se sujetó por su tiro exterior, en figuras como Dennis Schröder, Andy Obst o Johannes Voigtmann (21-30, 10′), pero siguió sufriendo con el acelerón balcánico.
Otro punto positivo en la apuesta de Pesic se lo dio Vasilije Micic, con un golpe que le plantó, en pocas, jugadas, en 10 puntos. Se sumaron Bogdanovic, en 2+1, y Jokic para intimidar a Alemania. Un triple de Johannes Thiemann les sacó de apuros, sumando, además, una bandeja (28-37, 14′).
Serbia pone rumbo a la medalla
Para lo que pudo ser, Alemania salvó bien la papeleta al descanso (38-46) con Obst contestando un enorme triple de Vanja Marinkovic que dejó el marcador en distancias razonables. Que Serbia quiso seguir alargando, volcada en la efervescencia de un sensacional Avramovic, con una secuencia de siete puntos maravillosa (45-64, 25′) abrochada con triple de Ognen Dobric.
Ahí bien pudo morir el partido, aunque Alemania todavía se las arregló para apagar, medianamente, el fuego serbio. Bonga, con una buena reacción, Thiemann y el final de posesión de Wagner (63-72) devolvieron a la campeona del mundo al camino a pelear, aunque Serbia no pensaba igual, lógicamente. Porque a los 10 minutos finales se presentaron con otro cambio de ritmo. Los triples de Jokic y Bogdanovic, y otra aportación del incansable Avramovic presionaban a una Alemania sin esa energía de otros grandes días (74-87, 34′).
Significó la fiesta que necesitaba Serbia para encarar el final. Marinkovic y un gancho magnífico de Jokic fueron otros empujones hacia el precipicio para Alemania, que se estampó con el aro cuando podía soñar en un arreón exprés para incomodar a la plata del último Mundial.
El 83-93 confirmó el éxtasis. Que con el bocinazo en Bercy, más balcánico que nunca, se convirtió en alegría. Los abrazos de Jokic, los de guerreros como Avramovic o las manos en la cara de un Dobric que había fallado el triple que dejaba a Estados Unidos sin vida en la semifinal. La reconciliación con los Juegos. Y el grito de «Serbia» sonando en todo París.
– Ficha técnica:
83; Alemania (21+17+25+20): Schroeder (13), Voigtmann (3), Franz Wagner (18), Theis (2), Obst (9) -cinco inicial-, Bonga (6), Lo (0), Thiemann (11), Weiler-Babb (5) y Moritz Wagner (16).
93; Serbia (28+16+26+21): Avramovic (13), Dobric (5), Bogdanovic (16), Jokic (19), Petrusev (11) -cinco inicial- Micic (19), Milutinov (0), Guduric (0), Jovic (0) , Marinkovic (10),
Incidencias: Partido por la medalla de bronce del torneo olímpico de baloncesto de los Juegos de París 2024 disputado en el Arena Bercy de la capital francesa ante 12.406 espectadores.
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo/Marca