El Pitbull Cruz desde el inicio de la batalla quiso cumplir su promesa de arrebatarle el título al Rolley Romero y estuvo cerca de noquearlo en el primer asalto tras una impresionante combinación de golpes.

Algo que se vio reflejado a lo largo de la pelea por el título superligero de la WBA y que en el octavo episodio se llevó la pelea con una actuación de autoridad y que como un verdadero perro de pelea saltó al segundo asalto el Pitbull Cruz, se lanzó con todo al frente y sus castigos hicieron daño sobre el rostro del Rolley Romero, que tuvo muy poco que hacer en el combate.

Aunque en el cuarto asalto, el Pitbull no logró mandar a la lona a Romero, la velocidad del Pitbull aumentó y los castigos fueron más efectivos, algo que se vio reflejado en los asaltos 7 y 8 donde Cruz propinó una paliza, la cual fue vitoreda por los fanáticos mexicanos en la T-Mobile Arena de Las Vegas.