José Cedeño

Eran las 4 y 50 de la tarde de un 7 de marzo de 2019 cuando inesperadamente nos quedamos a oscuras. El 80 % del Sistema Eléctrico Nacional quedó fuera de combate y 18 estados a merced del peor sabotaje eléctrico en la historia de nuestro país.

Son ya 5 años de este hecho y todavía no hemos logrado superarlo en su totalidad, no voy a negarlo, se han hecho esfuerzos e inversiones, pero estamos iguales o peores. En los últimos días la crisis energética ha vuelto a repuntar, al parecer la palabra mágica es elecciones, la palabra que activa apagones, creo que en eso estamos de acuerdo buena parte de los venezolanos.

Todos los imperios del mundo y las grandes potencias de la antigüedad implosionaron desde dentro, el más grave problema que tiene el pueblo venezolano es la impunidad, el terrorismo eléctrico, sabemos que existe y los mas altos funcionarios lo admiten, pero qué está fallando nuestro aparato de inteligencia, nuestro sistema judicial?.

Todos aquí sabemos que hay gente que pide sanciones, invasiones, que fomenta la violencia, el caos que lleva a empresas del estado a la quiebra y no pasa nada, tenemos un fiscal que sale a procesar y condenar la conducta de un elemento en contra de un perro o gato por maltrato, en lo cual estoy plenamente de acuerdo, pero no se actua con la misma severidad contra los infiltrados de siempre, estos estan en todos los estamentos de vida de la nación, agazapados, traicioneros, oportunistas, vestidos con el color de moda, que tienen precio y se ofrecen al mejor postor.

Será que nadie recuerda al gobernador Manuel Rosales antes de ser electo diciendo que tenía la solución al problema eléctrico?. El 9 agosto de 2019 anuncio que tenía aprobación técnica y recursos de barcazas y turbinas para incorporar 700 MW al sistema eléctrico, ganó y no se habló más del tema.

Esto nos indica que hay saboteadores fuera y dentro, pero los más peligrosos son los que están dentro y como dicen en el llano: La vaca mansa pega la cornada más duro, porque de la brava uno corre o se encarama, pero de la mansa nadie se cuida…

Finalizo con la frase nunca olvidada de Carlos Escarra en la Asamblea Nacional cuando eligieron a la triste célebre fiscal Luisa Ortega, levantándose de su silla en señal de protesta dijo: «Esa mujer nos va echar una vai….»

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