Con la narración del actor estadounidense Morgan Freeman, presente en el estadio, el acto pasó a ser un homenaje al hincha, con cánticos de todas las aficiones y unas camisetas gigantes representando los equipos presentes en este Mundial, además de las banderas de los países participantes.
Con una gran mancha amarilla en uno de los fondos en unas gradas mayoritariamente blancas y negras, los colores de la vestimenta tradicional de los cataríes, el ‘dishdasha’ para ellos y el ‘abaya’ para ellas, sin que hubiese zonas reservadas por sexos, la ceremonia continuó con un homenaje a los mundiales anteriores, con las mascotas de cada una de las ediciones pasadas.
Después apareció en escena Jungkook, uno de los siete miembros del conocido grupo surcoreano BTS, que interpretó ‘Dreamers’, uno de los himnos oficiales de este primer Mundial en un país árabe, junto al cantante catarí Fahad Al-Kubaisi.
Estrellas de la música como Dua Lipa y Rod Stewart habían anunciado que renunciaban a participar en la ceremonia de inauguración.
La cantante explicó en Instagram que espera «visitar Catar cuando cumpla con todos los compromisos en materia de Derechos Humanos que hizo cuando le asignaron la organización de la Copa del Mundo», en momentos en los que el pequeño emirato del Golfo recibe críticas por el trato dispensado a los trabajadores migrantes y a las personas del colectivo LGBT+.
Acto presidido por el emir
También estaba anunciada la presencia de varios jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed ben Salman y los presidentes palestinos Mahmud Abas, argelino Abdelmadjid Tebboune, ruandés Paul Kagame y el de Liberia, el antiguo futbolista George Weah.
El secretario general de Naciones Unidas Antonio Guterres y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach también estaban presentes.
El secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken realizará una visita de dos días a Catar, pero no asistió al partido inaugural ya que su llegada está prevista para el lunes.
Dinamarca, uno de los países más hostiles a la disputa del Mundial en Catar, informó que ningún miembro de su gobierno ni el embajador iba a estar presente en la cita.
Situado a unos 50 km al norte de la capital Doha e inaugurado el 30 de noviembre de 2021, el estadio Al-Bayt tiene una capacidad para 60.000 espectadores y toma el nombre de las ‘bayt al sha’ar’, las tiendas tradicionales utilizadas por las poblaciones nómadas de Catar y de la región del Golfo.
El partido enfrentará al anfitrión y actual campeón de Asia (2019), Catar, que debuta en una fase final mundialista, y Ecuador, uno de los cuatro representantes de la Conmebol que en su cuarto Mundial intentará al menos igualar su mejor resultado, los octavos de final en Alemania-2006.
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El Pepazo/El Universal/AFP