Es el grave problema de tener un sueño excesivo. La hipersomnolencia es la dificultad de mantenerse despierto. Se trata de un problema que puede poner en riesgo la salud del que lo sufre al quedarse dormido en situaciones peligrosas, como conduciendo. La detección precoz resulta fundamental en estos casos.
Alicia Cruz Acal
Estar más cansados de lo habitual durante el día tras haber pasado una mala noche es algo lógico. Sin embargo, cuando no son las vueltas en la cama las responsables de tener un sueño excesivo y de, incluso, quedarnos dormidos en situaciones anormales, deberíamos plantearnos acudir a un especialista, pues son varias las enfermedades que pueden esconderse tras este síntoma.
De forma más precisa, llamamos hipersomnolencia a la dificultad de mantenerse despierto. “Dentro de este concepto, se distinguen dos síntomas distintos. Uno de ellos es la somnolencia excesiva diurna, es decir, que la persona tiene un sueño desmedido y anormal durante el día”, detalla Gerard Mayà, miembro del grupo de trabajo de Trastornos del Movimiento y de la conducta durante el sueño e Hipersomnias de la Sociedad Española del Sueño (SES). El experto indica que, por otra parte, encontramos un sueño nocturno incrementado, lo que se conoce como hipersomnia. “A veces, estos términos se usan de forma indistinta en la literatura, pero hay que ser precisos para entender que son dos signos diferentes, a pesar de que a menudo se presentan de manera simultánea”, agrega.
La necesidad de estas personas de dormir más horas de lo que se considera normal “es en realidad un grave problema de salud cuando esto no se puede llevar a cabo y se quedan dormidas en situaciones de peligro”, advierte Celia García Malo, vocal del Grupo de Estudio de Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Según la neuróloga, “hay muchos pacientes que no aguantan reuniones de trabajo o que no pueden conducir. Algunos, directamente, entran en ataques de sueño”.
Causas principales de la hipersomnolencia
Son varias las causas que pueden estar detrás de este síntoma. La primera, a la que hace referencia Mayà, es la privación del sueño: “En la sociedad actual, existen muchas opciones para ir a dormir tarde, como el consumo de redes sociales. Por eso, a la mayoría de la gente lo que le ocurre es que no duerme las horas suficientes”.
No obstante, como ya se ha comentado, existen diferentes trastornos detrás de la hipersomnolencia:
- Apnea obstructiva del sueño. Se trata de un trastorno respiratorio que se produce durante la noche. Las personas que lo sufren interrumpen constantemente el ciclo del sueño, que presenta muchos microdespertares y no es reparador. “Durante el día, los pacientes se quedan dormidos desde por la mañana hasta por la noche”, afirma García, quien apunta que es más frecuente en hombres.
- Depresión.
- Fármacos. Algunos medicamentos recetados para otras indicaciones pueden presentar como efecto adverso la somnolencia.
- Narcolepsia. Es una causa menos frecuente. De acuerdo con García, “el síntoma cardinal es la somnolencia diurna y luego se asocia a otros signos que son variables, como la parálisis del sueño o las alucinaciones visuales, generalmente en las transiciones de sueño-vigilia y vigilia-sueño”. Además, algunos cuadros de narcolepsia vienen acompañados de cataplejia, que es la pérdida de tono muscular con las emociones.
A diferencia de la apnea del sueño, es más común que la narcolepsia empiece con la juventud o en la adolescencia tardía. Estas personas empiezan con una somnolencia diurna que de forma frecuente se normaliza y se asocia a la pereza. “Muchos pacientes no están diagnosticados porque normalizan el sueño”, lamenta la vocal de la SEN.
Diagnóstico de la hipersomnolencia
“Todas las personas que tengan sensación de hipersomnolencia y que se quedan dormidas en situaciones que se consideran inapropiadas tienen que consultar porque se trata de un síntoma del que hay que averiguar la causa”, destaca García.
Para descubrir el origen del problema, la especialista señala que el primer paso es realizar una entrevista clínica a través de la cual recabar datos que hagan sospechar de que el paciente sufre apnea del sueño u otro trastorno.
A partir de la sospecha, “en general, se hace una polisomnografía, que es un estudio del sueño. En función de sus resultados, se diagnostica la causa y se procede al tratamiento”, expresa.
Por último, García alerta de la automedicación que pacientes con hipersomnolencia toman para combatirla. “Muchos tienen un consumo de cafeína brutal”, advierte. En este sentido, aconseja que si alguien necesita ocho cafés durante el día para poder mantenerse despierto, seguramente padecerá de hipersomnia, por lo que es importante acudir a un especialista del sueño.
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El Pepazo/Marca