Qué hacer cuando te pican los mosquitos, según los expertos

La buena noticia es que existen medidas que se pueden adoptar para suavizar el picor y evitar que los granos se infecten, duelan y se compliquen, ya que, como informa Rosalía Gozalo, farmacéutica en Madrid y experta en dermocosmética, “las picaduras son lesiones que pueden ir desde una erupción local en forma de vesícula, pápula o nódulo inflamatorio y eritematoso con picor y dolor, hasta una reacción alérgica generalizada con dificultad para respirar, deglutir y en algunos casos potencialmente mortal”.

La gravedad “dependerá del agente que lo causa, de la respuesta individual y de la cantidad de toxina inoculada”, añade. De ahí la importancia de actuar cuanto antes frente a las picaduras y los granos. De hecho, hacerlo pronto puede acortar la duración del picor, de la inflamación y del enrojecimiento.

El hecho de que las picaduras nos piquen e irriten la piel se debe a que “cuando un mosquito muerde, lo hace con una parte de la boca que sirve para chupar la sangre e inyecta, además, saliva en la piel que provoca una reacción leve del sistema inmunitario”, explica Senante. Que nos pique más o menos un grano dependerá “de nuestra sensibilidad y de que produzcamos más o menos histamina”, señala.

¿Por qué me pican más a mí?

En cuanto a de qué depende que los mosquitos piquen más a unas personas que a otras, el farmacéutico explica que “existen varios estudios y teorías al respecto” . En resumen, son tres los factores que influyen: “La sensación de la visión del mosquito, la sensación olfativa y la producción de CO2 de la persona”. ¿En qué se traduce esto? Tal y como explica el farmacéutico, en primer lugar, “a los mosquitos les llaman más la atención los colores llamativos”, de ahí que se nos llenen de mosquitos las camisetas de color amarillo chillón o naranja fuerte frente a otras de colores más neutros como el negro, el marrón o el gris.

En segundo lugar, añade, “se ha visto que los mosquitos tienen más relación olfativa por unos tipos de bacterias cutáneas que por otras. Esto es algo genético que no podemos controlar”.

En tercer y último lugar, “los mosquitos son más selectivos por las personas o cuerpos que segregan más CO2”, un factor también genético e incontrolable.

Al margen de estas razones, Gozalo añade otros factores que predisponen a las picaduras como son “el alcohol, especialmente la cerveza y el olor a sudor”. Según la farmacéutica, “el alcohol cambia el olor corporal de las personas y, en algunos casos junto a factores metabólicos, puede atraer más a los mosquitos”.

Además, según la farmacéutica, hay que tener cuidado en el caso de los deportistas y de las embarazadas, ya que “el olor en estos casos es muy seductor para los mosquitos”. Así, “los olores intensos como el olor de los pies también son de gran atractivo para ellos”.

Esto es así porque, como recuerda Gozalo, “es el olfato el que guía a los mosquitos que se sienten atraídos por el dióxido de carbono y por el ácido láctico que exhalamos al respirar y sudar”. Por tanto, según la experta en dermofarmacia, “las picaduras también serán más frecuentes en personas adultas, embarazadas y con sobrepeso”.

Qué hacer, paso a paso

Antes de profundizar en los consejos para aliviar las picaduras de los mosquitos y el insufrible picor, hay que señalar que son las hembras de los mosquitos las que nos pican ya que “son ellas las que necesitan las proteínas de nuestra sangre para completar la maduración de sus huevos”, puntualiza Gozalo.

En cuanto a los consejos, ante una picadura se debe actuar de la siguiente forma:

• Lavar el área afectada con agua y jabón
• Enfriar la zona con hielo, protegiendo del frío la piel con tela para evitar lesiones.
• Usar tratamientos calmantes para aliviar el picor y el dolor formulados, en la mayoría de los casos, con amoníaco. “Esta sustancia actúa modificando el PH y neutralizando la toxina introducida por el insecto”, señala Gozalo.

Tanto el hielo como los productos calmantes “se deberán utilizar en cuanto nos pique el mosquito para que nuestro cuerpo segregue una menor cantidad de histamina y para que la evolución de la picadura sea más corta y menos intensa”, advierte Senante.Y es que, por norma general, “el picor de las picaduras suele durar entre 3 y 4 días; el enrojecimiento, entre 4 y 5, y la inflamación se puede extender hasta los 7 y 10 días”.

En el caso de los niños, “se deberán elegir productos adaptados a la edad y formulados con aceites como la lavanda, la caléndula, la menta o la cúrcuma, que pueden aplicarse a partir de los 3 meses de edad”, indica el farmacéutico.

Hay veces que, dependiendo de la gravedad, es necesario “tomar un antihistamínico, aplicar corticoides tópicos o usar analgésicos”, indica Gozalo. En estos casos, “siempre se hará en función del caso y serán prescritos por el médico o indicados por el farmacéutico”.

En todo caso, apunta la farmacéutica, “habrá que acudir al médico cuando haya señales de infección como hinchazón, dolor , enrojecimiento ,fiebre, úlceras, intenso dolor o necrosis”.

Además, “si hay dificultad para respirar o deglutir con síntomas como inflamación de labios, lengua , erupción cutánea generalizada hay que acudir lo más rápidamente posible al centro sanitario más próximo”.

Lo que no hay que hacer

• Hay que evitar el rascado para evitar la sobreinfección.
• No hay que explotar las ampollas ya que generarían una herida abierta y una puerta de entrada para los microorganismos causantes de infecciones. Si hay riesgo de que accidentalmente se pueda abrir una herida habrá que protegerla con un vendaje o un apósito.

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