Carlos Alcaraz se ha dejado la corona de Queen’s este jueves en la ronda de octavos con Jack Draper, con un tanteo de 7-6(3) y 6-3, en 1 hora y 39 minutos. Las opciones del primer cabeza de serie terminaron con una derecha que murió en la red en un noveno juego del segundo set en el que dispuso de un 0-30 al resto. Su última derrota en hierba databa de los octavos de Wimbledon, en 2022, contra Jannik Sinner.
Se ha quedado a un triunfo de igualar la mejor racha de Rafael Nadal en césped, que fueron las 14 victorias que encadenó entre 2008 y 2010. El murciano resta 450 puntos al no defender título y mira ahora hacia el All England Club, con 10 días para preparar su debut, que será el 1 de julio. Novak Djokovic, sin jugar, le superará el próximo lunes 24 de junio en el ranking y caerá al tercer puesto del podio.
Draper es uno de los 11 zurdos del ‘top100’. Los otros son Ben Shelton, Ugo Humbert, Adrian Mannarino, Alejandro Tabilo, Cameron Norrie, Corentin Moutet, Facundo Díaz Acosta, Hugo Gaston, Dominik Koepfer y Juncheng Shang.
La estadística del joven español era de 25 victorias y 7 derrotas contra ellos. Para encontrar la última vez que el murciano topó con un rival de esas características había que remontarse a la tercera ronda del Open de Australia frente el chino Shang. Era la primera vez que se medía a un jugador de ese perfil en hierba y por eso entrenó ayer con Norrie, otro británico e igualmente zurdo.
Desde que Rafael Nadal desapareció de los cien primeros puestos, el zurdo más cercano a la élite es Shelton, el decimocuarto de las listas. Draper venía con la confianza que da ser el número 1 de su país gracias a su reciente título el domingo en el Open 250 de Stuttgart. Es por eso que los dos precedentes entre ambos no contaban esta vez.
Carlitos era consciente de que perder una vez su servicio era sinónimo de ceder el set. Le costaba pero iba sacando hacia delante sus turnos. Cuando los intercambios eran largos, los puntos caían del lado del vigente campeón del certamen de categoría 500.
Los fondos de la coqueta central de Queen’s empiezan a estar pelados y ya hay más tierra que césped por lo que el riesgo a un resbalón disminuye. También es producto del sol que reina en Londres desde principios de semana.
Ser tan alto como Draper, un 1,93 metros, tiene cosas buenas y malas, como la movilidad lateral y en el momento de subir a la red para conectar las voleas.
Sonaba por la megafonía Despacito, la canción de de Luis Fonsi. Los misiles de Draper forzaron el ‘tie break’. En el cara o cruz fue mejor el británico, que daba un golpe de efecto.
A Alcaraz le tocaba remontar, algo que en Queen’s ya hizo en 2023 en la primera ronda con el galo Rinderknech. No perdía un partido desde que el 1 de mayo había hincado la rodilla en los cuartos del Mutua Madrid Open ante Andrey Rublev. Aunque ese duelo estuvo condicionado por los dolores en el antebrazo.
«No he fallado ni una bola en el entreno y ahora todas«, indicaba el campeón de tres grandes a su equipo, sentado en primera fila de la superficie de juego.
El pupilo de Samuel López tuvo la opción de reengancharse al partido con un 4-2 y 30-40. Salvó ese punto de rotura Jack y puso la directa hacia el sonado triunfo. Alcaraz levantó las tres primeras bolas de partido, con 5-2. No dejó en ningún momento de animarse y de creer, pero la hierba es muy traicionera. «Vamos», gritaba con el 5-3. Ahora, junto a su equipo, se valorará la posibilidad de disputar alguna exhibición preparatoria para el tercer grande.
El Pepazo/Marca